Continuemos.

¿En qué medida crees que tu identidad sexual se ha visto afectada por las siguientes situaciones?

  • Discapacidad Física.           Nada  Algo  Mucho
  • Abuso verbal o emocional. Nada  Algo  Mucho
  • Abuso físico.                      Nada  Algo  Mucho
  • Abuso sexual o Violación.  Nada  Algo  Mucho
  • Incesto.                              Nada  Algo  Mucho
  • Otras situaciones:

Excepto el caso de discapacidad física, si has sido víctima de algún tipo de abuso de los mencionados, ¿sabe alguien lo que te ocurrió? (aparte, por supuesto, de las personas responsables). Si nadie más lo sabe, considera esto: ¿Tienes algo que ganar o perder al contarlo?

Ya sea que se lo hayas dicho a alguien o no, existe un Dios que lo sabe. ¿Qué crees que te diría él con respecto a lo que te ha sucedido y a la forma en que eso te está afectando? Si no estás seguro, pídele a un cristiano adulto y responsable (como tus padres, profesores o el pastor) que te ayude a considerar lo que Dios diría.

3. Dios: el Antes y el Después.

Aquí presentamos como trasfondo Génesis 1:252:1. Este es el inicio de la historia de la identidad sexual. Es un hecho que allí comenzó !a historia de la humanidad. Lee este pasaje con mucho cuidado. Te sorprenderás de ver la cantidad de cosas malas que sucedieron como resultado de la rebelión humana contra Dios.

Considera Génesis 1:252:1.

  • ¿Cuáles crees que son las ideas principales de este pasaje? ¿Por qué te parecen tan importantes?
  • ¿Ves alguna diferencia en la forma en la que Dios diseñó a los animales en el versículo 25 y a los seres humanos en los versículos 26-27? Si es así, ¿cuál es esa diferencia?
  • ¿Qué piensas del versículo 27?
  • ¿Qué crees que signifique? ¿Por qué?

Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó.

  • ¿Puedes identificar algunos destellos de la imagen de Dios en ti? ¿Cuáles?
  • ¿Crees que esa imagen divina se ve afectada por tus pecados y errores? ¿De qué manera?

El Punto de Vista de Dios.

La palabra más común utilizada en la Biblia para definir el pecado significa, literalmente, errar al blanco. Imagina que sostienes un arco y una flecha, y estas listo para dispararle a tu objetivo. Tu disparo sale desviado y fallas: no das en el blanco. Bueno, en este caso, el «blanco» es la voluntad de Dios para nosotros, que es el amor y el servicio a él y a los demás. Y desde esa perspectiva, todos hemos errado el blanco.

Algunas personas piensan que el pecado ha distorsionado completamente la imagen de Dios en los seres humanos. Otros consideran que el pecado solo está ocultando esta imagen. Sea de una manera o de otra, el pecado nos ha creado un problema, un problema tan grande que solo Dios es capaz de ayudarnos.

Lee 2 Corintios 5:17. Está bien… pero, ¡un momento! Si eres una nueva criatura, ¿por qué todavía luchas con cuestiones de pecado (asuntos sexuales en particular)? ¿Cómo es posible que la realidad de que eres una criatura nueva en Cristo coexista con la insoslayable realidad de que eres un pecador quebrantado que todavía tiene luchas?

Pablo (el autor de Corintios) describe a la perfección esta tensión que se produce en nosotros en Romanos 7:14-28. Parece que Pablo era muy consciente de lucha interna que tenía lugar entre lo que es correcto y lo que es incorrecto. Aun así, él imploró por un Salvador en Romanos 7:24. ¿Quién es ese salvador?

Es cierto que Jesús nos salva del pecado cuando le pedimos que tome control de nuestras vidas y que sea nuestro Salvador y Señor. Pero, ¿cómo nos puede ayudar y rescatar de nuestro pecado y nuestras luchas sexuales incluso después de que le hemos entregado nuestra vida y nos hemos comprometido con él?

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Lo Que Casi Nadie te Dirá Acerca del Sexo”

Por Jim Hancock y Kara Eckmann Powell

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