Continuemos.

44. Rebelión.

El problema de hoy es que a los adolescentes se les es­tá dando información desde muy temprano, y acompaña­do con eso va el mensaje del mundo, “Si te hace sentir bien, hazlo.” Al mismo tiempo ellos están recibiendo el mensaje de Dios por parte de los padres, de la iglesia o de otros “No muestres o expreses esas emociones toda­vía.” Este tipo de cosas rasga la mente mientras ellos tratan de decidir qué hacer y a quienes realmente deben oír. Muchos adolescentes reaccionan a lo que Dios desea de ellos, en una manera parecida a la de Eva en el Edén: “No me importa lo que Dios desea que haga; yo conoceré mejor”.

45. Sentimiento de que se lo Debe a la Otra Persona.

Otra razón podría ser que tú te sientes como si se lo debieras al muchacho o a la chica. Quizá ellos han sido muy atentos contigo, y tú piensas que el sexo les recom­pensaría. Primero, el muchacho o chica es atento conti­go, porque ellos desean serlo. Segundo, tú no les debes a ellos nada. Si ellos tratan de pedirte que lo hagas, esa es probablemente la única razón por la cual fueron aten­tos. Tú debes estar firme en tu propia convicción moral; no le debes sexo a nadie.

46. Falta de Autocontrol.

Algunos caen en sexo porque tienen un cuerpo o una mente débil. No tienen la fuerza de voluntad, de decir no. Una vez que empezaron a besarse y acariciarse, ya no pueden parar.

47. Televisión.

Muchas chicas adolescentes, y algunos muchachos tam­bién, están cautivados por las telenovelas. En casi todas las telenovelas la gente tiene relación sexual antes de ca­sarse. Los adolescentes miran eso, y esos programas les están diciendo que el sexo antes del matrimonio los deja­rá contentos y felices.

48. La Ley de Reciprocidad Paulatina.

Básicamente, el aspecto físico de cualquier relación podría ser llamado, “la escalera de los afectos.” Comienza inocentemente con una mirada, luego un toque, tomarse de las manos, beso, después de un corto tiempo (compro­miso como creen algunos) el beso francés, y luego el progreso hasta la relación sexual.

49. Aburrimiento.

El aburrimiento puede ser otra razón que lleva a los ado­lescentes a practicar relaciones sexuales. Los adolescen­tes de todo el globo se quejan de que no tienen nada que hacer. Así, en vez de buscar algo que hacer, buscan ami­gos y amigas para tener en que ocupar su tiempo. Ellos no parecen comprender que el tiempo puede ser mejor empleado, posiblemente ayudando a otros, que obstacu­lizando su propia vida. El aburrimiento, aunque puede ser considerado una razón, no es una excusa para hacer algo moralmente malo.

50. Ellos no Pueden Decir No.

“¡NO!” ¿Por qué esta palabra, que es una de las más cortas y fáciles de pronunciar en idioma español, es tan difícil de decir cuando tiene que ver con sexo prematri­monial entre adolescentes? Yo creo que muchos de los ado­lescentes de ambos sexos que se cruzan conmigo en el co­legio, se enredan en el sexo prematrimonial porque ellos no saben decir ¡NO!

51. Ausencia de un Sentido de Moralidad y Obediencia.

Un día estaba mirando Family Ties (serie muy popular en la televisión norteamericana), y el tema del episodio era que la hija de 16 años quería dormir con su novio de 18. Ella pidió consejo a sus amigas, y una le dijo que si no dormía con él lo iba a perder. Otra le dijo que si lo iba a hacer, mejor tomarse píldoras anticonceptivas, ya que sería poco romántico para una chica de 16 quedar embarazada. La tercera amiga le dijo que no lo hiciera de ninguna manera. Cuando ella le pidió consejo al her­mano, él trató de convencerla de que no, porque era de­masiado joven. El creía en la doble moral, que cuando un muchacho pierde su virginidad es un “ganador,” pe­ro si es la chica que pierde la suya, será avergonzada. Su madre le dijo que era cuestión de si ella estaba lista para eso.

La hija decidió que no estaba lista todavía, y no lo hi­zo. Ella tomó la decisión correcta de no tener relaciones sexuales antes del matrimonio, pero su supercomplicada decisión no estaba basada en nada sólido. Ella buscó al mundo para consejo, pero no prestó ningún interés a la moral basada en la Biblia.

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”

Por Josh McDowell

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