Continuemos.

42. El Sexo Prematrimonial puede dificultar tomar Decisiones apropiadas respecto a la relación.

Otra razón pertinente para refrenarse del sexo prematri­monial es que una relación sexual fuera del matrimonio tiende a pintar un falso sentido de intimidad a todos aquellos presos en sus tentáculos. Sentimientos de lujuria y pasión pueden ser confundidos fácilmente con “amor verdadero”. Este amor físico, superficial, junto a las emo­ciones que resultan de él, puede llevar a un matrimonio prematuro, el cual a su vez puede terminar en divorcio, si la pareja no está preparada para hacer frente a la reali­dad de la vida y a los conflictos de relación que ocurren en el matrimonio. La misma situación puede aplicarse a dos personas que se están estudiando el uno al otro, para ver si es la persona que les conviene. En este caso, la re­lación sexual sería engañosa, tanto como las nubes que impiden que los rayos del sol lleguen claros y luminosos hasta la tierra. Su relación sexual nubla el cuadro de sus relaciones, haciéndoles extremadamente difícil tomar la decisión correcta. Otra vez los mandamientos de la Biblia y las normas de Dios concernientes al sexo antes del matri­monio son ciertas para nuestro beneficio y bienestar.

43. El Sexo Prematrimonial puede tener un mal efecto en los hijos.

Quizá el más trágico resultado del sexo antes del matri­monio está en los hijos que resultan. A menudo esos chi­cos son indeseados, y como consecuencia, rechazados y abusados. El niño puede crecer solo con su madre, que es también una niña, y carece de la experiencia, mental y emocional, para criar un hijo. (También, y esto es lo más seguro, carece de dinero para criarlo) ¿Quiénes son los que sufren? La joven madre, el niño, y las familias envueltas. Los niños que resultan del acto sexual prematri­monial enfrentan la vida (si no son abortados) con todas las contrariedades posibles. A diferencia de los hogares formados por ambos padres, que son más maduros, men­tal y emocionalmente para criar sus hijos, el chico de madre soltera no tiene ningún modelo bueno para seguir.

44. Esperar Mantiene el Respeto del uno para el otro.

La otra noche yo estaba con Heather, y ella estaba realmente tentadora. Estábamos solos en su casa, porque sus padres habían salido. Estoy realmente feliz de que nada sucedió esa noche, porque eso hubiera arruinado todo entre nosotros dos. Tuvimos un gran tiempo juntos, sin rela­ción sexual. Creo que no es el tiempo todavía para tener relaciones sexuales con ella. Hay demasiado que perder. Perderíamos el respeto que nos debemos el uno al otro, y perderíamos las cosas que nos mantienen tan unidos.

45. El Sexo Prematrimonial daña tu reputación.

El tiempo de la adolescencia es uno cuando se es juz­gado severamente por todos los compañeros. Cuando una chica ha tenido relaciones sexuales, todo el distrito esco­lar sabrá enseguida qué clase de chica es. Esto se aplica a las mujeres mayores que están empleadas. Cuando en el trabajo la gente se pavonea de sus conquistas sexuales, tú puedes ser el objeto de esas historias a causa de tu indiscreción.

46. Dios Tiene en Mente nuestro mejor interés.

Los puntos de vista de Dios con respecto al sexo pre­matrimonial y sus conflictos pueden hallarse leyendo su Palabra. Dios sabe qué es lo mejor para nosotros. Por lo tanto, cuando Él manda no fornicar, es para nuestro be­neficio obedecerle. Este mismo principio se enseña en la relación de los padres con los hijos. Cuando un padre le ordena a su hijo no correr por la calle cuando pasan los autos, es por su propia seguridad. Tenemos que aceptar la autoridad de nuestros padres porque ellos saben qué es lo mejor para nosotros. Tenemos que confiar en nuestros padres en estos asuntos. No necesitamos correr cuando viene un auto que puede chocarnos, para saber si es justo o no. Dios es nuestro Padre que todo lo sabe, y tiene el derecho de guiarnos en cómo hemos de vivir nuestra vida.

47. El Sexo Prematrimonial conduce a malas consecuencias para toda la sociedad.

La sociedad, aun aquella que decide permanecer pura de inmoralidad sexual, llevará parcialmente la carga de enfermedades venéreas, embarazos indeseados, hijos ile­gítimos, madres solteras, y relaciones deshechas. Colec­tivamente, como nación, hemos escogido tolerar el sexo prematrimonial, y ahora estamos cosechando sus funes­tos resultados.

Extracto del libro “Lo Que Deseo Que Mis Padres Sepan Acerca de mi Sexualidad”

Por Josh McDowell

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