LOS PRESOS. ABRAZANDO A LOS MARGINADOS

Detrás de cada persona en la cárcel existe una familia: personas que sufren por la situación de su familiar, sea quien sea. Puede ser el padre de familia, la madre o uno de los hijos. Conozco de cerca muchas de estas personas que a diario luchan con la depresión al ver a uno de sus seres queridos detrás de los barrotes.

Hay muchas formas en las que puedes involucrarte si no existe algún programa especial de ayuda a las familias de los que se encuentran en prisión. Recuerda que muchas de estas familias viven no solamente con el dolor y la depresión, sino que a menudo, si es el padre quien se encuentra preso, la falta de ingresos será evidente en el hogar.

Con tus amigos y familiares puedes reunir alimentos, escri­birles cartas de apoyo y en cierta manera hacerles sentir que no están solos.

También puedes hacer colectas de juguetes y llevarlos a to­dos aquellos niños que han nacido en prisión. Ellos también for­man parte de una familia. Eso los hará sentirse especiales.

Existen grupos que se dedican a preparar retiros o campa­mentos para los familiares de los presos, los llevan por un día de campo en el cual puedan respirar y tener un tiempo de reflexión y donde se sientan atendidos, abrazados y amados por otros. De nuevo, el propósito de esto es que ellos sepan que no están solos en este proceso difícil.

Tus pequeñas acciones pueden marcar una gran diferencia en sus vidas.

Extracto del libro 50 Proyectos Sociales Para Jóvenes.

Por Mark Orellano.

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