Continuemos.

Vivo los propósitos del ministerio con la juventud de Saddle­back, entre otras cosas, tratando de alcanzarlos jóvenes inconver­sos. Recientemente estuve en un programa de la iglesia donde ha­bía muchos jóvenes inconversos de mirada áspera. Muchos de nuestros jóvenes creyentes les cogieron miedo y no querían tener nada que ver con ellos. Para ser franco, yo también tenía algo de miedo. No tenía mucho en común con ellos, no sabía lo suficiente acerca de las drogas para hablar su idioma. Pero entendía que existi­mos para alcanzar a esos jóvenes, y si yo no los saludaba, era muy probable que tampoco lo hicieran nuestros líderes jóvenes o adul­tos. A causa de esto, llevé a otro líder conmigo (el más grande que pude encontrar), y comenzamos a saludar a esos jóvenes. Pronto vi que otros líderes adultos y jóvenes se sintieron arrastrados y saluda­ron a estos jóvenes.

¡Todos vigilan a los líderes! No puedo hablar del valor de estar en un grupo pequeño si, por ejemplo, yo mismo no estoy en uno. No puedo hablar acerca de la importancia del servicio si al final de un programa no estoy amontonando sillas o recogiendo papeles. Los líderes son ejemplo de los valores importantes y proveen un modelo viviente de la declaración de propósito.

D. Diseñe Programas Para Cumplir los Propósitos.

Como los programas están hechos para influir en los jóvenes (no para aumentar las actividades), un líder cambiará y diseñará los programas para reflejar mejor los propósitos del ministerio. Este entiende que los propósitos son más importantes que los progra­mas y se asegurará de que los propósitos sean realzados sin conside­rar el destino del programa. También reconoce que los programas son una vía para llegar a un fin y no un fin en sí mismos.

A medida que usted entienda mejor los cinco propósitos, probablemente comenzará a pensar en hacer unos cambios estratégicos en su mi­nisterio. Tenga presente que la mayoría de la gente no aprecia el cambio. El cambio crea conflicto y pondrá su liderazgo a prueba. Si usted cree en los propósitos de Dios, debe estar dispuesto a mane­jar las quejas que vienen como resultado de los ajustes en el progra­ma. El único consuelo durante el conflicto, es saber que hace lo co­rrecto para construir un ministerio saludable con la juventud en los propósitos eternos de Dios.

Un componente más que vital que se debe explicar antes de co­menzar a crear los programas que cumplan los propósitos, son los diferentes niveles de compromiso de los jóvenes tanto dentro como fuera de su ministerio. Cuando sea capaz de enfocar los propósitos hacia los diferentes compromisos, se encontrará crean­do una estrategia con programas que tienen un propósito. ¡Aquí es donde el ministerio de jóvenes con propósito comienza realmente a tomar forma!

1. ¿Cree ser el tipo de líder que puede dar a conocer los pro­pósitos de Dios para la iglesia? Sí o no, ¿por qué?

2. ¿Cómo enseñaría los cinco propósitos a los jóvenes de su grupo?

3. ¿Cuán bien se conocen los propósitos entre los jóvenes, vo­luntarios y padres?

4. ¿Cuáles son algunas maneras específicas para que los líde­res puedan ayudar a los jóvenes a entender los cinco propósitos?

5. Si tiene una declaración de propósito que fue escrita hace mucho tiempo, ¿es todavía aplicable y entendible para su ministerio con la juventud?

6. ¿Qué piensa sobre el desafío de la declaración de propósito descrito AQUÍ?

7. ¿Cuál de los cinco propósitos encuentra más difícil de ejem­plificar con su vida? ¿Por qué?

Extracto del libro “Ministerio de Jóvenes Con Propósito”

Por Doug Fields

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