En la Iglesia Saddleback, un joven puede traer a su amigo a uno de nuestros tres cultos de adoración de fin de semana (uno el sábado por la noche y dos el domingo). Nuestros programas de jóvenes menores y secundarios se reúnen por separa­do, uno de otro y además de los cultos de adoración de adultos. Estos programas están dirigidos a los jóvenes nuevos al mis­mo tiempo que satisfacen el propósito primario de la adoración. Tal vez el fin de semana no parezca ser el tiempo ideal para traer a jó­venes inconversos al ministerio para la juventud, pero Saddleback no es una iglesia típica. La estrategia de nuestra iglesia es atraer in­conversos de todas las edades de la comunidad a nuestros cultos de adoración el fin de semana.

Nuestros cultos de adoración de fin de semana distan mucho de ser tradicionales, y los jóvenes que intentan el desafío de evangeliza­ción entre amigos no tienen ningún problema en traer a sus amigos a la iglesia. Muchos obreros de jóve­nes han limitado el propósito de la adoración a cantar. ¡La adora­ción abarca más que eso! Nosotros decimos que es expresar nuestro amor a Dios. Procuramos cumplir el propósito de la adoración comunicando nuestro amor a Dios al orar, cantar, ofrendar, testificar, dar gracias y escuchar la Palabra de Dios en nuestro culto de adora­ción de fin de semana.

El estilo de nuestro culto de adoración de fin de semana procu­ra romper el estilo típico de la iglesia aburrida. La adoración no tie­ne que inducir al sueño. Como nuestros cultos de adoración se diri­gen al joven nuevo, tratamos de crear una mezcla especial de diversión, involucrar al joven y darle un mensaje claro. Aunque la palabra «diversión» no parezca ser una definición tradicional de adoración, nosotros queremos que los jóvenes pasen un tiempo magnífico cuando vienen a la iglesia. Queremos que digan lo que David dijo: «Yo me alegro cuando me dicen: “Vamos a la casa del Señor… Adoren al Señor con regocijo”» (Salmo 122:1; 100:2).

Creo que Dios valora la variedad en la adoración, ya que aprecia la variedad en la humanidad. Me parece que la preferencia en el esti­lo de adoración es más sociológica que teológica. La Biblia no orde­na cierto estilo de adoración, aunque en Juan 4:24 Jesús nos dio dos requisitos importantes para adorar en espíritu (amor) y en ver­dad. Durante nuestro culto de adoración de fin de semana, enseña­mos la verdad y lo hacemos todo con actitud de amor para que tan­to los creyentes como los inconversos tengan la oportunidad de ver cuán maravilloso es Dios.

La reacción de la multitud en el Pentecostés (Hechos 2) estaba mezclada. Algunos se burlaban de los apóstoles, mientras que otros se asombraban de lo que oían. A Dios no lo desplazó la burla, por el contrario, ese día agregó tres mil personas a su reino. La conexión entre la adoración y la evangelización pareció funcionar en aquel entonces, y también nosotros la vemos funcionar en nuestro am­biente.

Su programa puede ser un programa a mediados de semana; puede tenerlo una vez al mes; o lo puede planificar solo trimestralmente. Quizá usted lo haga para cumplir el propósito primario del compañerismo. Repito, no hay una sola estrategia que funcione para todos los ministerios con jóve­nes, su programa dependerá del tiempo disponible, la ayuda y los recursos que disponga.

El PROGRAMA DE ADORACIÓN: Una puerta abierta para los jóvenes de la comunidad.

A medida que piense en el programa de la multitud como una puerta abierta para los jóvenes de la comunidad, usted debe consi­derar cuatro principios transferibles que son útiles para alcanzar y mantener a los jóvenes de la multitud:

  • Un ambiente positivo.
  • Un elemento de diversión.
  • Participación del joven.
  • Un mensaje entendible.

1. Un programa de adoración necesita un ambiente positivo.

Los jóvenes emplean varias horas al día en un ambiente escolar que por lo general no es positivo. Puede ser negativo, competitivo, hostil y humillante. Comparado con el mundo, un programa de la multitud debe irradiar un ambiente notablemente positivo. Al co­menzar mi carrera en el ministerio para jóvenes, escuché a alguien decir: «Los jóvenes no tendrán conciencia teológica mientras no se acomoden con el ambiente». Cambié esto para que dijera: «Los jó­venes no serán capaces de entender la Palabra de amor hablada, mientras no se sientan amados». Si los jóvenes llegan a su programa de la multitud y no se sienten aceptados, apreciados y valorados, se les hará difícil hacer una conexión entre lo que sienten (incómodos en el ambiente) y lo que oyen acerca del amor de Dios (conciencia teológica).

En Juan 4, Jesús mostró este alcance ambiental con la mujer en el pozo. Creó un ambiente positivo al romper la tradición judía para hablar con una samaritana. Ella se asombró de que Jesús le ha­blase. Entonces él le dio un claro mensaje acerca del amor: le daría agua viva para que nunca volviera a tener sed. El ambiente se creó antes que la teología se hablara.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Ministerio de Jóvenes con Propósito”

Por Doug Fields

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