No hay nada más desafiante que el trabajo con la gente joven. Muchas veces las personas tienen un sincero deseo de traba­jar en el ministerio juvenil, pero sencillamente no saben por dónde comenzar. Lo que sigue no pretende ser un análisis profundo sobre el tra­bajo con adolescentes, sino que son sólo algunos de los princi­pios básicos que te proveerán un punto de partida para el trabajo con los adolescentes y jóvenes.

01. Un Ministerio Fundamentado en el Corazón de Dios.

EL ministerio juvenil no es un escalón hacia un ministerio mayor, es el más alto llamado de Dios para alcanzar a aquellos que son su mayor preocu­pación (Lee Joel 2:28)

  • Los jóvenes son el centro del esce­nario social cada día.
  • Los medios reflejan la razón de por qué Dios está tan preocupado por los jóvenes:
  • Se involucran en crímenes, son usa­dos en la delincuencia y los envían a las guerras.
  • Una estadística dio cuenta que el 80% de las personas convertidas al día de hoy lo hicieron antes de los 21 años.

Si estudiamos algunos de los pasados avivamientos en el mundo, vemos que han sido iniciados por jóvenes, por eso esta es la edad en donde Satanás ha puesto toda su atención.

02. No Necesitan un “Compin­che” Sino un Líder Real.

Se necesita más que una gui­tarra y un programa para alcanzar a la juventud. Los jóvenes no están buscando un “compinche” de quien aferrarse, ellos están esperando por un líder adulto que sea sincero, honesto y ungido.

Ellos necesitan saber que vas a estar con ellos todo el tiempo, especialmente en sus momentos de mayores necesi­dades. Que no estás preocupado por encontrar la forma de trepar más alto en el ministerio. Necesitan saber que genuinamente te interesas por ellos y sus sentimientos. Necesitan un amigo pero no al nivel de ellos. Evita el amiguismo y las frases “gastadoras”(burlonas).

03. Hay que Aceptar a los Jóvenes tal Cual Dios los Trajo.

No trates de cambiar a los chicos. Ese no es tu trabajo. Cambiarlos es la tarea del Espíritu Santo. Nuestra respon­sabilidad consiste en comunicarles el incondicional amor de Dios por ellos. No tiene por qué gustarte la manera en que se visten, las cosas que hacen o incluso lo que dicen, pero sí debes estar deseoso de aceptarlos como son.

Mientras ven tu amor y aceptación incondicional por ellos, y mientras Dios comienza a moverse en sus corazones, comenzarás a notar verdaderos cam­bios en ellos.

04. Aprende a Caminar con Sabiduría con los no Creyentes (Colosenses 4:5-6).

Muchos jóvenes, tanto dentro como fuera del grupo juvenil, aún no han entregado sus vidas a Cristo. Evangelismo es algo que los líderes juveniles hacemos mientras caminamos. Nuestro estilo de vida debería ser de una calidad tal que la gente pueda dis­tinguirnos de los de afuera.

Algunas características del estilo de vida de un creyente son: Consistencia, sensibilidad, dispuesto a escuchar, amor, fe, paz, bondadoso, semejante a Cristo.

05. Mantente Atento a la Dig­nidad de Cada Persona en Par­ticular.

Probablemente, uno de los mayores problemas que es común a la mayoría de los adolescentes es la baja autoesti­ma. Es nuestra oportunidad y privilegio poder ayudar a los jóvenes a experi­mentar qué significa “ser hecho a imagen de Dios”. Podemos ayudarles a descubrir su valor como individuo, sus talentos espe­ciales, dones y habilidades. Luego que hayan entregado sus vidas al Señor, podemos ayudarles a des­cubrir su herencia como hijos de Dios.

(CONTINÚA…)

Tomado de Suplemento Para Maestros & Líderes. Revista Visión Joven

Lee Principios Básicos Para Trabajar Con Adolescentes 2

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