Las cosmovisiones son complejas y resistentes al cambio; pueden, por lo tanto, integrar elementos divergentes y aún contradictorios. La afirmación intransigente y autoritaria de la propia cosmovisión deviene en el fundamentalismo.

Pero si fuera tan fácil cambiar todos lo haríamos. Es que todos luchamos internamente con una resistencia al cambio. Y es precisamente esa resistencia que el Dr. Batista explica tan bien en su libro Un continente en busca de un líder. Él expresa: El cambio no es aprender, es desaprender. El desaprender produce sufrimiento, puesto que la lucha contra las grabaciones neurofisiológicas, grabadas por las experiencias, los refuerzos y las consideraciones, mantienen a la persona atada a la realidad presente. Aprender es el ejercicio de seguir avanzando en la realidad conocida que, como no hace reto al sistema neurofisiológico, no produce sufrimiento; por lo tanto no se rechaza. El problema es serio cuando aquel es confrontado con la nueva realidad, que demanda un cambio, entonces está totalmente desarmado para el cambio, puesto que se niega a sufrir.

Como un paradigma es una estructura mental, el asunto es cómo pensamos. Hay algunas cosas que exigen de nosotros un cambio de corazón, pero un cambio de paradigmas tiene que ver con una transformación en la mente. Pablo habló de renovar nuestro entendimiento para poder comprobar la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. De modo que, sin esa renovación del entendimiento que viene de una relación fresca con el Señor, de escuchar el “aquí y ahora” de Dios, corremos el riesgo de caer en un estancamiento y una distorsión de la teología que gobierna nuestras acciones.

¿Cómo se opera un cambio de paradigmas? “Inevitablemente somos arrastrados fuera de nuestras zonas de comodidad. Comenzamos a darnos cuenta de que necesitamos hacer ciertos ajustes a la manera en que hemos estado pensando por tanto tiempo”. Por supuesto, para algunos es más fácil que para otros. Hay quienes están más predispuestos al cambio y otros que hacen su proceso en una forma más lenta pero, luego de analizar cuidadosamente las opciones, terminan acordando en que el cambio es imprescindible. Ciertamente en la actualidad hay un sinnúmero de libros cristianos y seculares que tratan de este tema tan complejo, algunos desde la perspectiva empresarial, otros desde la emocional, y otros desde la espiritual, entre ellos los bestseller “Padre rico, padre pobre” y “¿Quién se ha llevado mi queso?”

El paradigma de “mata y come”.

Si hablamos de cambios de paradigmas, la figura clave que surge por excelencia es el apóstol Pedro, cuando recibió la visión para la salvación del mundo gentil.

La Palabra nos relata este hecho que fue una bisagra para todo el cristianismo, un punto de inflexión en la historia, en el libro de Los Hechos capítulo 10. Muchos llaman a este libro “Los Hechos de los Apóstoles”, pero a la luz de la participación activa de la tercera persona de la Trinidad, coincido más bien con los que lo llaman “Los Hechos del Espíritu Santo a través de los Apóstoles”.

Hechos no es un registro de las actividades de los apóstoles, ya que no se ofrece ninguna relación amplia de ninguno de los apóstoles, a excepción de Pedro y Pablo. Registra más bien los hechos del Espíritu Santo, realizados por medio de los apóstoles. Su nombre se menciona más de setenta veces.

¿Por qué hago hincapié en este “detalle”? Porque vamos a hablar de uno de los mayores cambios de paradigmas en la historia y es necesario que comprendamos que nada de esto fue iniciativa humana, sino divina. Pedro no provocó la visión que recibió, ni lo que vino a continuación: el movimiento de fundación y extensión de la Iglesia Primitiva con la inclusión de los gentiles fue originado en Dios (y bastantes dolores de cabeza les costó a los discípulos entender la nueva dirección que Dios estaba tomando).

Extracto del libro “Tribus Urbanas”

Por María J. Hooft

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2 COMENTARIOS

  1. Gracias por sus palabras….
    En este moemnto nuestro grupo de jovenes esta pasando por momento poco dificilies, a los lideres nos gustaria tener mejor respuesta para salir a evangelizar en las calles y para ello necesitamos romper paradigmas y miedos de los jovenes para poder salir a las calles…

    Si tienen mas material acerca de evangelizacion para jovenes, les agradeceria enormemente si nos porporcionaran un link.

    Bendiciones!!

    • Hola David. ¡¡Bienvenido!! Lo que tienen que hacer los líderes es tomar decisiones radicales. Y por eso me refiero a entrar juntos, como equipo de liderazgo, en ayuno y oración por sus propias vidas primeramente y después por cada uno de los integrantes del grupo. Presentar delante de Dios esas dificultades que están atravesando y pedirle revelación, estrategias e ideas creativas para comenzar a implementar. Y en TODO, ustedes, los líderes son el ejemplo y el modelo de ellos. Evalúense cómo están influenciando y liderando. Bendiciones!!

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