No queremos ser ingenuos ni simplistas. La experiencia enseña que muchas veces la iglesia no tiene claridad con respecto a su misión, no sabe cuál es su propósito último y no ha desarrollado un plan para cumplirlo. El hecho de que el ministerio de adolescentes y jóvenes, o cualquier otro ministerio, lo tenga, muchas veces se transforma en una amenaza para aquellos que han asumido la responsabilidad de llevar adelante la iglesia. Esta actitud puede producir que el ministerio de adolescentes y jóvenes abandone su sentido de misión, su visión, y sus estrategias, con las consecuencias obvias (que por estar leyendo este material todos conocemos), o que la iglesia, de diferentes maneras, consciente o inconscientemente, se ocupe de desbaratar el ministerio juvenil.

No decimos todo esto con el fin de desanimarte, ni queremos expresar una actitud fatalista. Recuerda lo que mencionamos acerca de las barreras: necesitamos ser realistas y conscientes de la dificultad y el desafío que representan, pero también saber que son oportunidades para nuestro crecimiento y desarrollo personal y para ver la intervención de Dios.

El liderazgo

Que la persona de hoy está en crisis no es novedad para nadie. Cuando mucho, se puede discutir el origen de esa crisis. Algunos dicen que es producto del egoísmo del hombre, de su individualismo, de no haberse realizado como ser social, de su moral. Otros dicen que se debe a las grandes transformaciones que se están produciendo en lo económico, político, demográfico, social y, por sobre todo, en lo tecnológico. Somos más directos y opinamos que la crisis humana es producto de estar «enemistados con Dios». Lo cierto es que al estar en crisis el individuo, la familia está en crisis, la sociedad está en crisis, el sistema mundial está en crisis y el centro de la crisis es el ser humano.

La crisis del individuo, lógicamente, produce una crisis en el liderazgo. Entonces entramos en un círculo vicioso que nos impide salir de la crisis porque no hay quien guíe, quien marque rumbos de salida. En muchos casos el mundo es conducido por audaces, ambiciosos carentes de escrúpulos y arriesgados. La paradoja es ver personas débiles en sitios de importancia, gente pequeña, audaz y sin escrúpulos en grandes tareas y manejando el mundo.

El problema del liderazgo es un problema de todos: se ve en el comercio, en la industria, en la educación, en los partidos políticos, en el gobierno, en las fuerzas armadas, en los países, en los grupos de poder nacionales e internacionales, en las religiones e incluso en la iglesia. Todos, absolutamente todos, dependen de líderes y todos sufren la crisis de liderazgo.

Esperamos que el Módulo 3, EL LIDERAZGO EN LA PASTORAL JUVENIL, sea de ayuda práctica en el proceso de desarrollar líderes espirituales, siempre siguiendo el modelo de Jesús. Sabemos que formar líderes lleva tiempo y trabajo; constituye todo un desafío. Pero te recordamos que el Señor siempre utilizó líderes para llevar a cabo sus proyectos, así que sólo seguimos su modelo cuando trabajamos por encontrar, equipar, desafiar y movilizar líderes espirituales. Sin personas que tengan autoridad formal, autoridad moral, autoridad técnica, conducción profesional y los requisitos espirituales para ser líderes espirituales, no se puede construir una pastoral juvenil.

Extracto del libro “Raíces” .

Por Félix Ortiz.

Lee Para Líderes – La Pastoral Juvenil 2

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