Cada acercamiento es limitado en su alcance

De la misma forma que podría suceder con los cubiertos, en algunos casos los acercamientos pueden ser intercambiables (se puede dar una enseñanza bíblica a través de cada uno). En otros, aunque esto se pueda realizar, no sería muy sabio (por ejemplo, dar una enseñanza bíblica de forma individual absorbe mucho tiempo). Y hay momentos en los que el uso del acercamiento equivocado puede impedir que logremos algún objetivo. Si no me crees, trata de cortar un buen trozo de carne argentina con una cucharita de postre.

Ninguno de los acercamientos sirve por sí mismo, y si se lo utiliza de forma aislada no podrá cumplir con todos los objetivos ni satisfacer las necesidades educativas de la gente con la que estamos trabajando. Es importante que comprendas el modo en que se puede usar un determinado acercamiento; y también cuáles son sus límites (hasta dónde puedes utilizarlo), qué cosas lo condicionan y las limitaciones que presenta.

Cometeríamos un grave error si pensáramos que con uno, dos, o inclusive tres acercamientos podríamos satisfacer todas las necesidades. Se hace evidente que cuantos más canales educativos funcionen en nuestro ministerio con los jóvenes, más eficaces seremos en la satisfacción de sus necesidades y en el logro de los objetivos propuestos. No obstante, no debemos engañarnos, la gama de necesidades a satisfacer no estará completa hasta que no tengamos todos los acercamientos en pleno funcionamiento.

Los acercamientos son complementarios

Esta característica nace de todo lo mencionado anteriormente. Si bien cada acercamiento es limitado en su alcance, cuando se utilizan los cuatro de forma combinada y simultánea se pueden satisfacer todas las necesidades del joven. Un acercamiento suple las carencias de los demás. Cada uno sirve para lograr los objetivos y satisfacer las necesidades educativas que los demás no pueden suplir. La razón por la que contamos con cuatro canales educativos (además de que Jesús los utilizó en su tarea de discipulado) tiene que ver con su acción complementaria: unos ministran a los jóvenes en aquello que los demás no pueden hacerlo. Es como en una carrera de relevos: cuando un corredor llega al límite establecido, entra en su pleno rendimiento el siguiente.

Al usar de forma complementaria los cuatro acercamientos educativos, veremos que comienzan a suplirse las necesidades del joven y a lograrse el proceso educativo por la acción sobrenatural del Espíritu Santo, que va delante de nosotros sin detenerse.

Volvamos nuevamente a la ilustración del banquete y los cubiertos. Nunca olvidemos que los diferentes cubiertos se utilizan de forma complementaria y alternada, según los platos o manjares que nos sirvan. Lo mismo debemos hacer en el proceso educativo. Tú precisas discernir cuál es el acercamiento más adecuado para suplir cada necesidad y desafío que les plantea el discipulado tanto a ti como a los jóvenes.

Debemos mencionar que una sola actividad puede requerir el uso de más de un acercamiento. Por ejemplo, en la iglesia de Gerardo se planifica que durante parte de la reunión del grupo grande los jóvenes dediquen tiempo a reunirse por grupos pequeños. También hay un momento de comunión, en el que los líderes pueden aprovechar el contacto con su grupo para llevar a cabo un acercamiento personal informal. En la planificación de los campamentos, retiros o encuentros, además de los tiempos destinados a reunirnos con el grupo grande, se pueden crear espacios para los grupos pequeños y el acompañamiento espiritual.

Consejos

Por último, permítenos darte algunos consejos como «viejos sabuesos» que somos. Es decir, como personas que con el paso del tiempo hemos ido adquiriendo experiencia en el uso de los diferentes acercamientos educativos.

No utilices un único acercamiento educativo. Si lo haces, dejarás muchas de las necesidades del joven sin satisfacer.

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