Continuemos.

5. Propósito del Ministerio.

Servir se puede definir como «satisfacer necesidades con amor». Dios ha bendecido a cada creyente con dones especiales para usarse en el ministerio. En el ministerio para jóvenes necesitamos comuni­car con claridad que estos dones que Dios nos ha dado no vienen con limitaciones de edad. Los jóvenes no deben esperar a ser adul­tos para servir. Un ministerio saludable de jóvenes constantemente motivará a los jóvenes a descubrir sus dones y practicarlos en cada oportunidad de ministerio y misión. Cuando el propósito del mi­nisterio se aplica, usted gradúa jóvenes siervos de Dios en lugar de asistentes a un programa, los cuales no son más que espectadores con pocas raíces como para mantenerse plantados en los caminos de Dios. Los jóvenes no se graduarán de su fe cuando terminen, se graduarán del ministerio para jóvenes.

6. Equilibrio de los Cinco Propósitos.

La mayoría de los ministerios con jóvenes podrían obtener las siguientes calificaciones, del 1 a 10, por los esfuerzos para alcanzar los cinco propósitos:

  • Comunión A (10)
  • Discipulado B (8)
  • Adoración C (7)
  • Ministerio C (5)
  • Evangelización D (3)

Estas notas son una generalidad de lo que veo cuando preparo obreros de jóvenes por todo el país, y puede o no ser un reflejo exac­to de su ministerio.

¿Qué calificación le daría a los propósitos en su ministerio para jóvenes?

¿Se ve teniendo un énfasis fuerte de evan­gelización sin muchos jóvenes maduros porque el discipulado es dé­bil?

¿Qué tal lo opuesto? ¿Tiene usted un discipulado fuerte pero durante años no ha visto ningún cristiano nuevo porque no tiene esfuerzos de evangelización?

¿O su ministerio con la juventud tiene una fuerte adoración, discipulado y comunión y usted se pregunta por qué no crece (no hay evangelización) y por qué los jóvenes son apáticos (no hay ministerio)?

La mayoría de los ministerios de jóve­nes sobresalen en por lo menos uno de estos propósitos, pero gene­ralmente a costa de los otros. Siga pensando en su ministerio para jóvenes. ¿Encontró equilibrio entre la evangelización, el compañerismo, el discipulado, la adoración y el ministerio? Cuando lo haga, descubrirá una imagen emocionante de la salud bíblica y un ministerio con propósito para jóvenes.

Los cinco propósitos de la iglesia no tienen que comunicarse a nuestros jóve­nes con las mismas palabras que usa la iglesia. Esta libertad permite que cambiemos y personalicemos las palabras sin comprometer los propósitos. Las palabras son importantes, pero las acciones son más importantes aun. Nuestros jóvenes aprenden los cinco propósi­tos con estas palabras:

  • Alcanzar es nuestra palabra para la evangelización.
  • Relacionar es nuestra palabra para la comunión.
  • Crecer es nuestra palabra para el discipulado.
  • Descubrir es nuestra palabra para el ministerio.
  • Honrar es nuestra palabra para la adoración.

Enfocarse en las cinco palabras le ayudarán a comunicar y reforzar los cinco pro­pósitos para que otros puedan ayudarlo a seguir los propósitos que Dios tiene para su ministerio con la juventud. Pero si ya tiene una declaración de propósito, la cual cree que es eficaz y le gustan las pa­labras aunque no revelen los cinco propósitos con claridad, está bien. La prioridad de un ministerio manejado con propósito para la juventud no es identificar cinco palabras mágicas para adornar el membrete, es construir un ministerio que refleje claramente la evangelización, la comunión, el discipulado, el minis­terio y la adoración.

1. De los cinco propósitos, ¿con cuáles se identifica mejor?

2. ¿En qué propósito emplea la mayor parte del tiempo de su ministerio? ¿Coincide esto con su respuesta a la pregunta anterior? Sí o no, ¿por qué?

3. Haga un inventario de sus programas del ministerio para jóvenes y observe qué propósitos cumplen.

4. ¿Qué calificación daría a los cinco propósitos en su ministerio con los jóvenes?

  • Evangelización _____
  • Comunión ________
  • Discipulado _______
  • Ministerio ________
  • Adoración ________

5. Quizá su ministerio con los jóvenes destaca algunos propó­sitos más que otros. Cree un plan de acción que traiga equi­librio a su ministerio. ¿Qué paso puede tomar para reforzar su ministerio?

6. ¿Qué hará para asegurar que su ministerio exprese los cin­co propósitos?

Extracto del libro “Ministerio de Jóvenes Con Propósito”

Por Doug Fields

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