Muy a menudo estos productos culturales tienen la capacidad de expresar lo que los jóvenes sienten, piensan, y aun aquello que les preocupa. Lejos de rechazarlos total e indiscriminadamente, podemos utilizarlos para ayudar a nuestros propios jóvenes a entender la tremenda necesidad de Cristo que tienen sus compañeros, y la desesperación en la que viven. El grupo Nirvana, bien conocido entre los jóvenes del mundo entero, podría servirnos como claro ejemplo al respecto. En relación con este grupo, Peter Barret afirma:

El tercer álbum de Nirvana se titula In utero. Originalmente titulado Me odio a mí mismo y quiero morir, refleja la lucha de Cobain (el vocalista del grupo, que se suicidó de un disparo en la boca el 5 de abril de 1994) contra las multinacionales del negocio de la música. También expone su hábito de drogarse y los problemas que se enfrentan por ser famoso.

Irónicamente, para muchos adolescentes Nirvana constituía un foro de esperanza, a pesar de la sequedad y desesperanza de sus letras. El punto fuerte de Cobain residía en su capacidad de entender los gemidos inarticulados de su generación y traducirlos en rugidos de angustia. Él fue también brutalmente sincero acerca de sí mismo. En una de sus canciones admite: Quiero alguna ayuda para ayudarme a mí mismo.

Los cristianos necesitamos escuchar ese tipo de música, aunque sólo sea para oír el grito de una cultura que se ha privado por decisión propia de Dios. Por lo menos, Kurt Cobain compartió ese dolor. Por ello deberíamos estar agradecidos.

La cultura contemporánea puede darnos muchas pistas para entender las necesidades de los jóvenes con los que tenemos que trabajar. Y no tan sólo las de los jóvenes no cristianos; también las de los propios jóvenes de nuestras iglesias. Tirarlo todo por la borda o despreciarlo porque no compartimos sus gustos estéticos o porque estamos en desacuerdo con los valores que comunican, puede cerrarnos las puertas a una mayor comprensión del mundo juvenil.

Autoevaluación

  • ¿En qué se diferencian la perspectiva griega y la hebrea en cuanto a la personalidad humana?
  • ¿Por qué resulta tan importante entender que los jóvenes no son compartimientos estancos? ¿Qué implicaciones tiene eso para el ministerio juvenil?
  • Escribir ejemplos de necesidades «sentidas» y de necesidades «no sentidas».
  • ¿Cuáles son los límites al usar el método de pedirle al joven que exprese sus necesidades?
  • ¿Cómo se relacionan el aprender a observar a los jóvenes y el discernimiento?
  • Explicar por qué y cómo el que les resultemos significativos emocionalmente a las personas puede ayudarnos a conocer sus necesidades
  • ¿Por qué resulta importante conocer el ambiente en el que se mueve el joven?
  • ¿Cómo afecta a su fe y a su experiencia cristiana la manera en que viven los jóvenes?
  • ¿Cómo impacta la cultura la forma en que se lleva a cabo la pastoral juvenil?
  • ¿Por qué resulta importante estar familiarizados con los productos culturales destinados a los jóvenes, aunque no estemos de acuerdo con sus contenidos ni nos gusten sus formas?

Trabajo práctico

Los productos culturales transmiten valores y formas de vida a la juventud. Estar familiarizados con ellos puede llevarnos a entender algunos desafíos con los que se verá confrontada la fe de nuestros jóvenes y, por lo tanto, a adquirir la capacidad de ayudarlos a enfrentarlos. Realiza un pequeño pero riguroso ejercicio de investigación.

Conforme hagas la investigación, anota la forma en que la familia y la sexualidad se expresan en esos productos culturales. ¿Qué valores se transmiten en relación con la familia? ¿Qué valores se transmiten en relación con la sexualidad?

Extracto del libro “Raíces” .

Por Félix Ortiz.

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