¿De Qué se Trata?: Estrategias y sugerencias para efectivizar tu liderazgo y potenciar tu ministerio juvenil.

 

1. Tienes que saber por qué haces lo que haces.
No tiene sentido hacer absolutamente nada si no tienes una razón que lo justifique. Pregúntate ¿por qué existe tu ministerio juvenil?

2. Tienes que saber con quién trabajas.
Recordar esto es importante porque a veces olvidamos que el ministerio juvenil es ministerio con los padres, con los líderes de la iglesia y con voluntarios. Además deseamos alcanzar a los chicos no cristianos también.

3. Debes estar seguro de cuáles son tus metas.
Las metas a corto y a largo plazo son una buena idea. Recordemos que estas metas deben poder ser medidas y evaluadas. En otras palabras podrías tener la meta que cada chico sepa compartir el evangelio con sus amigos.

4. Tienes que tener un plan de acción.
En otras palabras tienes que tener muy claro cómo piensas llegar a cumplir las metas que te has trazado.

5. Necesitas tener una visión.
Asegúrate que la visión viene de Dios y que es más grande que ti. Sueña en ver a todos tus jóvenes graduados de la universidad sirviendo a Dios en todo el mundo. Recuerda que el soñar es gratis.

6. Necesitas construir buenas relaciones con todos.
Si tenemos una relación más o menos con los líderes de la iglesia nunca lograremos avanzar. Hazte el tiempo para construir relaciones saludables con los lideres, con los chicos y con sus padres. Asegúrate además que eres amigo de la secretaria de la iglesia y del custodio (persona con las llaves).

7. Expone a tus chicos a ver el mundo como Jesús lo vio.
Vamos a tener que sacar a los chicos afuera de la iglesia. Las cuatro paredes de la iglesia se pueden convertir rápidamente en el obstáculo mas grande entre los chicos y Dios. Dios desea utilizar a los chicos para hacer una diferencia en este mundo. Pero la realidad es que Dios nos llamo a impactar el mundo y no a quedarnos dentro del edificio.

8. Toma el tiempo necesario para evaluar lo que se ha hecho hasta ese punto.
Utiliza el modelo FODA si lo deseas. Pregúntate:

¿Cuáles son las Fortalezas? ¿Cuáles son las Oportunidades? ¿Cuáles son las Debilidades? y ¿Cuáles son las Amenazas?

Para finalizar, ora consistentemente por tus chicos y el ministerio.

Por Jeffrey D. De Leon

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