De a Dos

Los dos estaban solos. Habían disfrutado mucho de su compañía. Jugaron haciéndose bromas, riéndose y hasta en algún momento incursionaron por mensajes en doble sentido de ida y vuelta. Ya habían pensado cientos de veces acerca de lo lindo que se veía el otro, de lo bien que se sentía estar juntos y de lo bueno que sería tan sólo rozarse las manos. De pronto pareció que el tiempo se detenía y ambos quedaron en silencio, mirándose, muy cerca uno del otro. Ese día se inició algo… y cuando ocurrió, trajo consigo la sensación de estar tocando el cielo con las manos.

Pudo haberte pasado o te puede llegar a ocu­rrir en cualquier momento. No importa dónde, pero cuando pasa la relación cambia, da un salto. Eran conocidos, compañeros, amigos y ahora son… ¿Cómo lo llamamos?

Nuestro Nombre.

Así como es fundamental darle un nombre a un bebé cuando nace, también es importante saber cómo se llama una relación cuando comienza en nuestra vida. En especial cierto tipo de relaciones que significan mucho para nosotros. Este no es un detalle menor. No abandonaríamos a una persona en el mundo sin al menos darle un nombre. Tampoco es bueno avanzar en una relación que implica abrazos, besos, caricias y una importante cuota de entrega emocional sin saber cómo llamarla. Eso puede ser realmente peligroso.

Ella pensaba que estaba de novia. Ya llevaba meses de salidas, risas y llamados telefónicos. Sin embargo, un día descubrió que él no entendía esa relación como un noviazgo. Cuando lo desafió a definirla, él intentó escaparse de la situación. Ella se sintió dolida, enojada, traicionada. El sufrimiento y la sensación de haber sido usada perduraron como una espina en su corazón por largo tiempo. Eso se podría haber evitado si las cosas se hubiesen puesto en claro desde el principio.

Ambos deberán sentarse y charlar acerca de cómo se llama la relación que comenzaron o que van a comenzar. Descuidar este ‘detalle’ puede hacer que al final se sientan frustrados, usados y confundidos. Estas historias sólo dejan marcas feas que te estorban a la hora de buscar una relación plena y de amor sincero. Los temores se agrandan y la desconfianza crece… estos son venenos poderosos para el alma.

Novios es todo un nombre para una eta­pa que pretende ser la última autopista que te lleva a una relación más plena, íntima y pro­funda. Novios es el nombre para ese tiempo que no te obliga a casarte pero que sí requiere tener el matrimonio en mente. Es un tiempo que no debería ser muy breve ni muy prolongado, una etapa que debe servirles para besarse y acariciarse y también para charlar cosas realmente importantes que definen a la pareja que están formando.

Charlas de Plaza.

  • ¿Qué sueños tienes?
  • ¿Dónde te ves dentro de diez años?
  • ¿Cuál es tu vocación?
  • ¿Qué idea tienes de una familia?
  • ¿Qué trascendencia tiene Dios en tus decisiones?

Estas son preguntas que deben hacerse. Deben pensar juntos si estarán dispues­tos a acompañar toda la vida a alguien con ese determinado propósito, sueño o plan. Entenderás ahora porqué es tan importante que cada uno sea lo suficientemente maduro como para saber qué piensa hacer con su vida.

La mesa de un café o el banco de una plaza pueden ser lugares maravillosos donde no sólo se den la mano y se miren con cara de enamorados. El diálogo, y no otra cosa, es lo que mantiene sana cualquier relación. Si deseas comenzar bien, agrega a la cuota de romanticismo charlas profundas sobre el presente y el futuro de ambos.

Una vez un muchacho nos llamó por teléfono para contarnos que la relación con su novia había llegado a una situación de crisis. Comenzamos a preguntarle qué esperaban de la pareja, cuáles eran los principios que cada uno tenía, qué planes tenían. Nos confesó que nun­ca lo habían conversado. Estos son temas muy importantes y no deben postergarse. Los meses pasan, la relación toma estado público, amigos y futuros suegros comienzan a creer en ella, las caricias y besos son cada vez más íntimos… pero un día, cuando se acuerdan de hablar de estos temas, descubren que no están dispuestos a acompañarse. Si no conversan estos temas, es posible que se prolon­gue una relación que en realidad no funciona. Y cuanto más demoren, más traumática será la ruptura.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “El Amor de mi Vida ¿Quién Será?”

Por Germán y Daniela Ortiz

Lee De a Dos 2

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí