Continuemos.

La forma más directa de relacionarte con tú Papá celestial es por medio de la oración. Pero tienes que saber que hay, por lo menos, tres tipos de oraciones que Dios no recibe ni acepta.

¿Qué fue lo que los discípulos le pidieron a Jesús? (Lucas 11:1). Pero lo primero que les enseñó Jesús fue cómo no debían orar…

1. ¿A quiénes no oye Dios? (Juan 9:31).

Dios no oye a los pecadores. Solamente oye a sus hijos. No podemos engañarlo con nuestras palabras, ni con nuestra apariencia religiosas porque Él conoce nuestro corazón. ¿Le pediste perdón a Jesús por tus pecados creyendo que Él murió y resucitó para perdonarte y salvarte? ¿Invitaste a Jesús a vivir en tu corazón?

Si tu respuesta es “sí”, tú eres un hijo de Dios y puedes hablar con Él con toda confianza. Él te oye, porque es tu papá y te ama.

2. ¿Cómo quién no tienes que ser cuando oras? (Mateo 6:5)

Oramos para aprender a confiar en Dios y para que El reciba toda la gloria. Pero los hipócritas oran para hacerse ver delante de los demás. A ellos no les interesa orarle a Dios. No oran para que Dios los oiga, sino para que las personas que los escuchan hablen bien de ellos. Esta manera de orar no sirve. Dios nunca les responde. “Oran” para escucharse a sí mismo.

3. ¿Qué es lo que no debes usar cuando oras? (Mt.6:7).

Las “vanas repeticiones” son frases sin significado repetidas una y otra vez, mecánicamente. Así oran los que no conocen a Dios (y muchos que sí lo conocen). Repiten y repiten y repiten un montón de veces las mismas palabras y frases pensando que serán oídos por repetir muchas veces lo mismo. Pero orar de ésta manera es inútil. Dios no necesita que le repitamos siempre lo mismo.

Mirá lo qué dice Jesús en Mateo 6:8. ¿Semejantes a quiénes no tenemos que ser? ¿Y por qué no tenemos que parecernos a ellos?

Dios es nuestro Papá celestial y Él sí nos oye y nos responde, porque Él nos ama y se interesa por nuestras vidas. Pero no tenemos que ser como los pecadores que hacen cualquiera y piensan que Dios los tiene que oír. No tenemos que ser como los hipócritas que oran para quedar bien delante de los demás. Y no tenemos que ser como los que usan vanas repeticiones. Dios no oye a nadie que ore de éstas tres maneras. Dios sabe qué cosas necesitamos y cuáles no nos hacen falta ahora. Hablá con Él. Cuéntale lo que sientes. Vale la pena hacerlo.

(CONTINÚA…)

Por Edgardo Tosoni

Lee Relacionándome Con Dios 3

Lee Relacionándome Con Dios 4

Lee Relacionándome Con Dios 5

Lee Relacionándome Con Dios 6

Lee Relacionándome Con Dios 7

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí