El Mito de «Elmer Gantry».

Elmer Gantry era el héroe y título de una famosa novela escrita por Sinclair Lewis. Gantry, un evangelista avaro, lascivo e hipócrita, predicaba una cosa y practicaba otra. Sus palabras, sermones y vida eran fingidos.

Este personaje ficticio ha sido comparado con los escándalos que han arruinado a varios predicadores y ministerios famosos. La fama de Jim Bakker del club PTL, se derrumbó cuando descubrieron sus relaciones sexuales extramaritales y acciones subsecuentes para tratar de encubrir el escándalo. Las acusaciones que Jimmy Swaggart le hizo a Bakker se derrumbaron a su alrededor cuando lo forzaron a confesar su pecado pornográfico. La atención que los medios de difusión masiva le dieron a estos y otros escándalos incrementaron la aceptación del mito de Elmer Gantry, que básicamente cree que la mayoría de los predicadores, evangelistas y líderes cristianos son más hipócritas y rufianes.

Los periódicos, revistas y cadenas de televisión que repor­taron estos sucesos, no mencionaron a los evangelistas y predicadores que continúan sirviendo a Dios con integridad y humildad. El pecado de Jimmy Swaggart y la lucha por restaurar su ministerio destrozado pareció opacar los cincuenta años de la carrera evangelística de Billy Graham. Las predicaciones de Graham han alcanzado a millones, y su vida nunca ha contradicho sus predicaciones. Aun así, Graham confiesa que desde el principio de su ministerio: «He temido, y aún temo, hacer algo que deshonre al Señor».

Billy Graham, Luis Palau, Charles Colson, Dawson McAllister y Charles Swindoll son ejemplos del vasto número de líderes cristianos cuyas vidas reflejan sus enseñanzas. Nuestra sociedad parece haber adoptado el mito de Elmer Gantry, catalogando a todos los predicadores y ministros como hipócritas. Pero eso es un mito.

Pedro advirtió a los cristianos del primer siglo: «… habrá entre vosotros falsos maestros…» También añadió que por estas personas: «… el camino de la verdad será blasfemado» (2 Pedro 2.1-2). Es por eso que el diablo trabaja tan fuerte para esparcir el mito de «Elmer Gantry». Quiere que la verdad sea blasfemada. Quiere que la predicación de hombres y mujeres santos se vea comprometida por el pecado e hipocresía de otros.

La verdad es la verdad, no importa lo que otros hagan. La salvación sigue siendo por gracia a través de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Dios sigue teniendo el poder para guardarnos sin caída y presentarnos sin mancha delante de su gloria con gran alegría (véase Judas 24).

«Así que…», como Pedro decía, «guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A Él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén» (2 Pedro 3.17-18).

Ejercicio.

Desarrolla tu capacidad para enfrentar el mito de «Elmer Gantry» con este ejercicio.

Lee Filipenses 1.15-18. ¿Qué dice Pablo acerca de aquellos que predican el evangelio falsamente? ¿Qué considera él «lo importante»?

Lee 2 Corintios 11.3-15. Pablo temía que algunas personas «disfrazadas como apóstoles de Cristo» guiaran errónea­mente a los cristianos. ¿Por qué dice Pablo que no sería sorprendente si así sucediera?

Lee 1 Corintios 4.16-17. El comportamiento de Pablo era tal, que les decía a otros que lo imitaran. ¿Qué lo hacía estar tan seguro como para decir eso? (Pista: véase el versículo 17).

Aunque veamos a líderes cristianos involucrados en escándalos, Pablo nos ofrece una advertencia. Lee 1 Corintios 10.32. Según este versículo, ¿cómo nos deben afectar estas tragedias?

Extracto del libro “No Dejes Tu Cerebro en la Puerta”

Por J. McDowell y B. Hostetler

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