Te comparto la estructura del estudio. Profundízalo tú mismo y piensa cómo presentárselo a tus discípulos de una manera práctica y desafiante.

1. El Problema.

  • Alguien a quien vos querés mucho te abandonó…
  • Se burlaron de tu cuerpo y de tu apariencia física…
  • Sentís que te han tratado injustamente…
  • Tus padres no te dieron lo que vos les pedías…
  • Alguien contó cosas íntimas de vos y te avergonzaste…
  • Tus amigos te despreciaron o te rechazaron…
  • Te maltrataron: Con golpes, con palabras, o con indiferencias…
  • Te disciplinaron (o castigaron) con mucha severidad…
  • Te dijeron que no servías para nada, que no hacías falta…

 ¿Cómo te sentiste interiormente? ¿Cómo reaccionaste? ¿Todavía te dura el enojo o la tristeza? 

2. Piénsalo.

No querer perdonar produce amargura, surgen los rencores, y si pasa el tiempo se transforman en odios, que te pueden llevar a la venganza, para descubrir, finalmente que sólo te lastimas a vos mismo.

3. Míralo desde la Perspectiva de Dios.

A. ¿Cuál es la solución que Jesús te propone? (Mt. 6:12, 14-15).

B. ¿Qué ejemplo te da Jesús para que imites? (Lc. 23:33-34).

Dios dice que podés perdonar y que tenés que perdonar, sin importar lo que sentís.

¿Por qué puedo perdonar aunque sienta que no puedo hacerlo?

¿Quién vive en vos? (Gál.2:20).

¿Pudo perdonar Jesucristo a quienes lo maltrataron?

¿Podrás perdonar teniendo la vida de Cristo en tu interior?

Mira Fil.4:13 ¿Incluye el perdón?

Por vos mismo nunca vas a poder perdonar realmente a alguien, pero mediante Jesús que vive en vos, querés y podés perdonar, sin importar lo que sientas, o lo que te hayan hecho. Y al perdonar vas a ser librado de tu tristeza interior, tus rencores y tus odios. Acordate que todo esto que sentís también es pecado.

4. Aplícalo.

¿Cómo perdono? Jesús enseña dos cosas importantes en Mr.11:25. Perdonamos Orando.

Pídeles que escriban a continuación:

  • ¿Quién o quienes los lastimaron?
  • ¿Qué les hicieron?
  • ¿Cómo se sientieron?

Luego guíalos en la siguiente oración de perdón: “Padre, en el nombre y poder de Jesús, yo perdono a ………………………….. por lo que me ha hecho (nombralo específicamente). Perdoná también mi pecado de odio, amargura y rencor. En el nombre de Jesús. Amén. Gracias Papá, ya he perdonado. Recibo ahora tu perdón y creo que tu amor me llena”.

Por Edgardo Tosoni

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