Si la verdad y la moral son construcciones sociales llevadas a cabo por los seres humanos y todos los seres humanos son iguales, ¿cuál es la conclusión lógica? Todas las verdades y todos los principios morales son iguales, igualmente válidos e igualmente respetables.

Además, si la verdad y la moralidad es una construcción humana y hay muchos seres humanos, consecuentemente habrá muchas verdades y morales diferentes y ninguna manera de distinguir entre unas y otras ya que todas serán igualmente válidas y respetables.

Consecuentemente en una sociedad postmoderna nos encontramos con muchas verdades y morales, todas son construcciones sociales, todas son igualmente válidas y no hay forma de distinguir entre unas y otras, por tanto, lo que debemos ser es tolerantes. En nuestra sociedad tolerancia significa que en base a lo dicho anteriormente nadie puede criticar las verdades o estilos de vida de otros ya que todos son iguales. Como bien podemos deducir eso hace muy difícil para el cristiano hacer juicios morales o éticos sobre la forma de vivir, pensar y actuar de individuos o sociedades. De pretender hacerlo seremos tachados de intolerantes, lo cual, es el peor pecado que se puede cometer en la sociedad postmoderna.

Esto puede llevar a muchos cristianos a la autocensura, a no verbalizar el mensaje del evangelio con sus implicaciones de pecado, necesidad de cambio y arrepentimiento, ya que de hacerlo serían tachados de intolerantes y estigmatizados social y culturalmente. Hace tan solo unos meses un pastor pentecostal sueco fue condenado a un mes de prisión por predicar acerca de la homosexualidad como pecado.

Juan nos desafía a una predicación y denuncia del pecado valiente y osado, aunque eso pueda llevarnos a ser tachados de políticamente incorrectos y a enfrentarnos con las fuerzas culturales, sociales y políticas de nuestra cultura. Juan nos desafía a seguir su ejemplo y denunciar las cosas tal y como son, sin pelos en la lengua, sin cortapisas culturales, aunque con respeto a la dignidad y valor de todo ser humano.

Preguntas de interacción

1. ¿Puedes identificar en tu cultura la presión de la nueva tolerancia?

2. Si tu respuesta ha sido positiva ¿en qué maneras se manifiesta?

3. ¿Qué deberíamos hacer los creyentes ante una cultura en que todas las verdades son iguales -aunque sean contradictorias- y todas las morales y comportamientos éticos también?

4. ¿Cómo podemos mantener una noción del bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, lo falso y lo verdadero en tal sociedad?

Extracto del libro “Personajes Bíblicos en un Mundo Posmoderno”

Por Félix Ortíz

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí