SEMANA 5. ESTUDIO 2.

Si observas a una persona que consideres es­piritualmente poderosa, probablemente encuentres que ora con frecuencia, estudia la Biblia cada día, y se reúne con otros cristianos. No se ha apartado de lo básico. Quizá pase más tiempo en las cosas básicas que en cualquier otra.

Cuando una crisis espiritual ataca a alguien, esta persona está lista para ponerse en acción y ayudarlo. Cuando la cri­sis ataca su propia vida, tiene un firme fundamento espiri­tual y amigos llenos de fe.

Nombra dos amigos cristianos que tengas y por los que te sientas agradecido. Ahora ruega a Dios que los bendiga y que bendiga tu amistad con ellos.

Aun cuando la iglesia de Éfeso era ya grande, estaba bien establecida y era reconocida por su poder e influen­cia espiritual, Pablo les recordó a los efesios los elementos básicos de una relación centrada en Cristo (ver Efesios 5:17-6:10).

Pablo les dijo cómo podían permanecer fuertes en el Se­ñor. Les enseñó que se colocaran toda la armadura de Dios: la armadura para vencer a los gigantes. Esta armadura era de naturaleza espiritual y comprendía los siguientes elementos:

  • Verdad.
  • Justicia.
  • Evangelio de paz.
  • Fe.
  • Salvación.
  • Palabra de Dios.

¡Una vez más vemos los elementos básicos! ¿Qué debían hacer los efesios una vez que estuvieran armados para la batalla espiritual? Debían orar, estar alertas contra el ene­migo, permanecer firmes, no rendirse jamás, y hablar osa­damente. Una vez más, lo básico: Efesios 6:13-19.

1. El Valor de lo Básico en Tiempos de Crisis.

Nunca dejamos de necesitar agua, alimento, descanso, ri­sas, ejercicio y abrazos cada día. En momentos de estrés o enfermedad, ¿qué hacemos? Volvemos a lo básico: buena alimentación, mucho descanso, y mucho líquido.

El mismo principio se aplica a nuestra vida espiritual. Nun­ca dejamos de necesitar leer la Biblia, orar y participar activa­mente en un grupo de la iglesia. En realidad, cuanto más crecemos espiritualmente, más necesitamos de estas cosas.

Tres jóvenes habían sido llevados a miles de kilómetros de su tierra natal por un rey enemigo. Tenían muy pocas esperanzas de regresar a su hogar alguna vez. Un día, los tres hombres enfrentaron un gigante que te­nía la forma del rey que ellos habían sido entrenados para servir. Ese rey era Nabucodonosor. Había construido una gigantesca estatua de sí mismo, hecha de oro, y exigía que todos se inclinaran y adoraran esa estatua al oír una deter­minada señal musical.

Lee Daniel 3:1-18. ¿Qué hicieron estos tres hombres cuando debieron enfrentar a ese gigante?

Ellos volvieron a lo básico.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Venciendo en la Tierra de los Gigantes” (Edición Para Jóvenes)

Por William Mitchell

Lee Conceptos Básicos Para Vencer Gigantes 2

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