Pasaje Clave: Juan 7:1-24

¿Qué decisión toma Jesús al saber que querían matarlo? (vs.1).
Aclaremos nuevamente que al hablar de “los judíos”, Juan no se refiere a todo el pueblo judío, sino a la secta de los fariseos, a los saduceos y al poder religioso de su época. Ellos eran quienes lo buscaban para matarlo.

¿Qué fiesta estaba por celebrarse? (vs.2).
La fiesta de los tabernáculos era una de las tres fiestas nacionales de los judíos (las otras dos eran la Pascua y Pentecostés). Comenzaba el día 15 del séptimo mes judío (septiembre-octubre para nosotros) y duraba 7 días. Era una fiesta de gratitud y con ella recordaban la peregrinación del pueblo de Israel en el desierto luego que el Señor los liberara de la esclavitud de Egipto. Todos los días durante la fiesta los sacerdotes traían agua del estanque de Siloé y la echaban sobre el altar del Templo.

“MI FAMILIA NO CREE EN MÍ… BUAAAAAAHHHH”
Tranquilo, la familia de Jesús tampoco creía en él (con excepción de sus padres). Mira lo que le dicen sus propios hermanos y la razón por la que se lo dicen: vs.3-5.
Cuando haces algo importante, por ejemplo: aprobar tus materias, pasar de año, conseguir tu primer empleo, obtener los primeros lugares en una competencia deportiva, enamorarte de la persona correcta o comprometerte seriamente con ella, finalizar un proyecto, grabar tu primer disco o escribir tu primer libro, comenzar a participar de un ministerio, o lo que fuere, esperas que sea tu familia en primer lugar quienes te apoyen, te alienten, te feliciten o te animen a no darte por vencido. Es lo que todos esperamos y necesitamos: el respaldo de nuestra familia. Pero no fue eso lo que sucedió con Jesús, ni sus propios hermanos creían en él.

¿Cuál es la respuesta de Jesús? (vs.6-8).
¿Entiendes? Si como Jesús señalas las malas obras (sean conductas, acciones, actitudes o palabras) del mundo, te rechazarán y aborrecerán.
Espera. Esto no significa ir por la vida señalando y denunciando el pecado de todo el mundo, ni Jesús hacía eso. Significa no participar ni enredarte en lo que sabes que está mal, en lo que sabes que Dios no aprueba. Si te quieren sobornar no participes. Si quieren que te calles para ocultar o encubrir lo que está mal, no lo hagas. Si te amenazan para que no hables recurre a las autoridades. Si te ofrecen dinero “sucio” no lo aceptes. Si te piden que mientas para que otros “zafen” no lo hagas. Indudablemente, mantenerte firme en tu decisión de agradar a Dios provocará que haya gente que te aborrezca, como a Jesús.

Finalmente, ¿qué decide hacer Jesús y qué situación se provoca? (vs.9-13).

“¡DE DÒNDE SABES TANTO!” 1
¿Qué hace Jesús a la mitad de la fiesta? (vs.14).
¿Y cómo reaccionan los judíos? (vs.15).
¡Estos tipos estaban realmente mal! No entendían cómo era que Jesús, un “simple, sencillo y humilde carpintero” (según el concepto que tenían de él), supiera tanto.
O sea, Carpintero = Ignorante. Esta era la lógica que ellos seguían. Era bajísimo el concepto y la opinión que tenían de Jesús. ¡Lo importante es que la autoestima de Jesús no dependía absolutamente para nada de ellos, ni de nadie, sólo de su Padre!

¿Qué les responde Jesús? (vs.16-17).
¡Les tapó la boca! “Si ustedes quieren hacer la voluntad de Dios (obedecer) solitos se darán cuenta que lo que hablo y enseño viene del Padre y no son ideas mías”.
¿Y qué más les dice? (vs.18-19).
“Soy verdadero porque busco que Dios reciba la gloria. Ustedes en cambio no cumplen la ley (desobedecen) y además quieren matarme”.

¿Cómo reacciona la multitud? (vs.20).
¡Se pudrió todo! ¡Lo trataron de endemoniado! Pero Jesús mantuvo la calma y siguió hablando. Mira su respuesta: vs.21-24.
Básicamente lo que Jesús estaba diciéndoles era la siguiente: “Si un niño nace en el día de reposo (sábado para los judíos) y se lo circuncida en el día de reposo, desobedeciendo la ley del día de reposo que prohíbe trabajar o realizar cualquier tarea durante ese día, ¿entonces por qué se enojan conmigo por haber sanado a un enfermo en el día de reposo?” (Juan 5:8-10). “Si van a juzgar háganlo justamente”.
Ellos sufrían de las mismas conductas contradictorias que sufrimos nosotros: juzgaban y condenaban en otros lo que no estaban dispuestos a juzgar y condenar en sí mismos. Piénsalo.

Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Juan»

Por Edgardo Tosoni

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