Pasaje Clave: Lucas 19.

UN PETIZO SIMPATICO… (Y ALGO MÁS)
En todos los grupos siempre hay un petizo. Los vas a reconocer fácilmente porque siempre andan más abajo que el resto, viven mirando hacia arriba ¡y todos están desesperados por ser altos! Claro, no debe ser fácil ver el mundo siempre desde abajo.
Lucas narra el encuentro que tuvo Jesús con un petizo llamado Zaqueo (vs.1-10). Un encuentro que transformó totalmente su vida y lo dio vueltas… hasta que devolvió todo lo que se había robado.

Espera… espera… el milagro que hizo Jesús con Zaqueo ¡no fue hacerlo crecer! ¡Ni siquiera Jesús puede hacer ese tipo de milagros con los petizo! ¿Cuál fue entonces el milagro?
El milagro fue cambiar la actitud de Zaqueo, cambiar totalmente su manera de ver la vida y de vivirla. Le cambió el corazón. Un milagro que comienza adentro de la persona (no importa qué edad tenga) y se expresa hacia afuera en conductas, palabras y reacciones. El mismo milagro que Jesús quiere hacer en tu vida porque todo cambio comienza siempre por adentro y por uno mismo, no por los demás.

¿Cómo era Zaqueo antes de encontrarse con Jesús? (vs.2).
Publicano y rico, una muy mala combinación. Ya sabes que los publicanos cobraban los impuestos ¡y siempre robaban cobrando de más! Y así se hacían ricos. Siempre buscaban la forma de estafar a la gente y llenarse los bolsillos con más dinero. ¿A qué político dices que conoces?

¿Qué opinaba la gente de Zaqueo? (vs.7).
¿Y por qué Jesús lo llama y va a su casa si tenía tan mala reputación? (vs.9-10).
Primero, porque Zaqueo tuvo la actitud de encontrarse con Jesús, o por lo menos de verlo y escucharlo (vs.3-4). Y el que busca, encuentra.
Segundo, porque Jesús acepta donde otro rechazan y ama donde otros odian y desprecian (vs.5).

¿Qué efecto tuvo en Zaqueo el encuentro con Jesús? (vs.8).
Yes. Lo cambió totalmente. Antes robaba, era ladrón y pecador. Pero ahora reparte sus riquezas a los pobres y les devuelve por cuadruplicado (¡sí cuatro veces más!) a los que había estafado.
Esto es arrepentimiento auténtico. Aquí no hay lágrimas falsas ni promesas que rápidamente se olvidan. Aquí hay decisión, cambio, acción. 100% arrepentido.
“¿Qué tendrá el petizo?” –envidiaba la gente.
“¿Te enteraste lo de Zaqueo?” -comentaban las chismosas.
Nunca más será el mismo. Su corazón y su manera de pensar cambiaron por el encuentro personal que tuvo con Jesús.
¿Tuviste un encuentro personal con Jesús?
Si tu respuesta es “sí”, ¿qué efecto tuvo en tu vida?
¿Lo notan los demás? ¿Ellos ven el cambio o son sólo promesas?
Si tu respuesta es “no”, ¿qué estás esperando para decidirte por él?

Y AHORA… 10 MINAS (¡QUE NO SON MUJERES, CHE!)
Los argentinos les decimos “minas” a las mujeres. “¡Qué buena que está esa mina!”, “¡Mira esa mina!” y los ojos se les despegan de la cara. Pero no es a mujeres a lo que se refiere Jesús en esta parábola.
La mina era dinero. Una mina equivalía a 100 dracmas, unos 425 grs. de plata. El hombre les repartió una mina a cada uno de sus siervos, 10 en total, y les dijo que hicieran negocios con ellas.
¿Qué resultados obtuvieron los siervos? (vs.16, 18, 20-21).
¿Y qué recompensas recibieron? (vs.17, 19, 22-24).

Todos fueron tenidos en cuenta. A todos se les dio recursos (minas) para negociar. Todos recibieron la misma cantidad (una). Todos tuvieron la misma oportunidad. Todos volvieron con ganancias excepto uno que tuvo miedo. Y su miedo lo llevó al fracaso.
El miedo, por más humano que sea, es un arma utilizada por Satanás para paralizarte, atarte e impedirte que logres tus sueños.
Dios te llama conquistador, poseedor, ganador. Dios dice que todo lo que hagas prosperará y lo que toque tu mano será bendecido. Levántate ahora y renuncia a todos tus miedos en el nombre de Jesús.

Lee el resto en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo” Día 24 y en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Día 21.

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”

Por Edgardo Tosoni

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí