Pasaje Clave: Jueces 21

EXTERMINIO… DOLOR… CULPA…
Dijimos ayer que la tribu de Benjamín fue casi exterminada. ¿Cuántos fueron los sobrevivientes? (Jueces 20:47)
¿Y con el resto qué sucedió? (Jueces 20:46 y 48)
Exterminados. No dejaron a nadie con vida. Mataron, destruyeron y quemaron todo lo perteneciente a la tribu de Benjamín.
Y a lo anterior le sumaron una complicación más: un juramento.
Antes de la batalla, ¿qué juramento hicieron las tribus de Israel? (vs.1)
“¡Queda totalmente prohibido que nuestras hijas se casen con los tipos de Benjamín!”.

Luego de 4 meses, con los pocos sobrevivientes de Benjamín escondidos en la peña de Rimón, ¿qué sucede en Israel? (vs.2-4)
Vamos por partes y veamos las actitudes del resto de las tribus de Israel:
. Se reúnen en la casa de Dios. (¡Bien!)
. Permanecen todo el día en la Presencia de Dios. (¡Bien!)
. Lloran por el profundo dolor que sienten. (¡Bien!)
. Le hacen una estúpida pregunta a Dios. (¡Mal!)
“¿Y por qué mal?”
Primero, porque preguntan como si no supieran nada de nada… Se hacen bien los tontos. Segundo porque no asumen su responsabilidad: fueron ellos mismos, y no Dios, quienes casi exterminan a Benjamín y quienes juran que ninguna de sus hijas se casarían con ellos. Dios no les ordenó hacer ni una cosa ni la otra. Y tercero, la pregunta suena a que Dios tiene la culpa por permitir que sucediera semejante desastre. Es una pregunta acusadora. Una manera de proyectar en Dios la culpa que ellos mismos sienten.

Cuando culpas a otros, cuando evades tus responsabilidades y no te haces cargo de las consecuencias de tus decisiones, permaneces en un estado de inmadurez emocional y espiritual. No avanzas. Piénsalo.

. Madrugan y edifican un altar. (¡Bien!)
. Ofrecen sacrificios y ofrendas de paz. (¡Bien!)
Sin embargo, y a pesar de todo esto, Dios hace silencio y no les responde.
“¿Por qué Dios hace silencio?”

Porque Dios no mira rituales, tradiciones o costumbres (por más religiosas y buenas que sean), Dios mira corazones, Dios mira verdaderas actitudes de arrepentimiento. Y eso significa reconocer los propios pecados y los propios errores, confesarlos, y buscar una vez más la dirección de Dios con la actitud de hacer lo que Él quiere que hagamos. Entonces, Dios responde.
Pero no fue eso lo que hicieron las tribus de Israel. Sus conductas fueron buenas pero sus corazones no habían cambiado.

HACIENDO LO QUE SE ME DA LA GANA 6
Movidos por la culpa, y por la preocupación de que Benjamín desaparezca para siempre, ¿qué plan ejecutan? (vs.6-12)
Ahora exterminan a todo un pueblo como “castigo” por no haber ido a la reunión, pero con la verdadera intención de “robarse” a las chicas y mujeres vírgenes. ¡Un desastre!
¿Y para qué? (vs.13-14)
¡¡¡¡Aaaaahhh bueeeeenooo!! Les asesinaron a sus familias y ahora las reparten entre los muchachos como si fueran un botín de guerra. ¡¡Patético!!
Tristemente, lamentablemente, en nuestro mundo moderno y “civilizado” sigue sucediendo exactamente lo mismo.
¿Vas entendiendo por qué Dios hace silencio?

Pero, ¿con qué nuevo problema se encuentran? (vs.16-18)
¿Y qué nueva, patética y desastrosa idea ejecutan? (vs.19-23)
Primero asesinan para quedarse con las mujeres… ¡y ahora las secuestran!
¿Entiendes el silencio de Dios?
Dios no participa de nada que no provenga de su corazón y de su propósito.

En medio de tanta idolatría…
En medio de violencias, maltratos, abusos y perversiones sexuales de todo tipo…
En medio de un pueblo que vive lleno de rituales huecos, mezclas paganas e indiferencias hacia Dios…
En medio de guerras internas y de peleas entre hermanos…
En medio de tanta locura, donde cada uno hace lo que se le da la gana, el escenario está siendo preparado para la llegada del último juez de Israel.
En medio del silencio de Dios, que se prolongará por muchos años más, un hombre conforme a su corazón será levantado… y su propósito se cumplirá.
Samuel is coming…

Extracto del libro Desafíos para Jóvenes y Adolescentes: Jueces.

Por Edgardo Tosoni.

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí