Pasaje clave: Daniel 1:8.

Cuando se trata de sexo, ¿qué es lo que quiere un chico de una chica?

  • ¿Esperar hasta el matrimonio?
  • ¿Hacerlo en la primera cita?
  • ¿Seducirla para que se entregue a él sin resistencias?
  • ¿Sacarse las ganas como sea (aunque eso signifique abusar de ella y violarla)?

Obviamente, la respuesta a estas preguntas depende de cada uno de ellos. Si un chico es honesto y sano sexualmente hablando, admitirá que el sexo ocupa la mayor parte de sus pensamientos cuando piensa en chicas.

Dado que un varón es fácilmente estimulado a través de lo que ve, puedes darte una idea de cuánto estímulo sexual encuentra cuando anda por la calle, cuando mira T.V. o cuando navega por Internet. Incluso cuando está en una reunión de la iglesia. Polleras cortas, vestidos ceñidos al cuerpo, pantalones ajustados, escotes sugerentes, ¡los estímulos son muchos y muy fuertes! Sin embargo, los chicos que toman en serio su relación con Dios, lucharán para mantener el equilibrio, aunque no sea nada fácil.

Lee lo que dice Daniel 1:8, 2º Timoteo 1:7 y Tito 2:1-8. Nadie puede obligarte a hacer lo que no quieres hacer ni a estar con quienes no quieres estar. No te dejes manipular. Decide de antemano no contaminarte. Hay lugares, horarios y ambientes que favorecen la estimulación sexual ¡de ambos! Por lo tanto, decide con anticipación mantenerte alejada.

Muchos chicos comienzan besando y terminan con sus manos en tus pechos y en tu cola, levantándote la pollera y acariciándote los glúteos. Si lo permites, aunque “no suceda nada más” (algo que nadie puede garantizar), la relación se tornará sólo física. Y las relaciones “sólo físicas” siempre fracasan.

No tienes que ser tú la que en todo momento estés despegando sus manos “cariñosas” de tu cola, pechos o genitales. ¡Él tiene que tener dominio propio sobre sus manos! ¡Él tiene que honrar tu cuerpo y respetar tu intimidad! Y si no es capaz de hacerlo, si no puede controlarse, si te manipula emocionalmente para seguir tocándote, entonces ¡déjalo! No es el chico que necesitas en tu vida.

Si eres tú la que tienes que ponerle límites y correr sus manos o su boca de tu cuerpo porque él no se puede “despegar” solito; si eres tú quien lo tiene que mantener “a raya” porque no pude controlar “su amor”; entonces, siempre serás tú la que tendrá que tomar las decisiones por él. ¿Realmente quieres a una persona así, a tu lado, el resto de tu vida?

Tanto chicos como chicas necesitan practicar el autocontrol. Las relaciones saludables entre dos personas se basan en las acciones responsables de ambos.

Piénsalo.

1. Si tienes novio, hablen con toda claridad de lo que los excita sexualmente a ambos. De esta manera se cuidarán mutuamente, evitando esas situaciones “calientes”.

2. Si aún no tienes novio, o lo tuviste, y quieres salir con alguien, establece claramente de antemano lo que quieres y no quieres de esa relación.

Por Edgardo Tosoni

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