Pasaje Clave: Juan 9:1-23

Hay sanidades que Jesús hacía en respuesta directa al pedido o clamor de los enfermos pero hay otras que realizaba sólo por misericordia, por gracia, sin que el enfermo lo pidiera. Este es el caso del ciego.
Como dato interesante te cuento que este es el único caso en los 4 evangelios donde se narra la sanidad de un ciego de nacimiento.

Ver al ciego de nacimiento provoca un debate entre los discípulos y Jesús, ¿qué dudas surgieron en ellos? (vs.1-2).
Probablemente los discípulos tenían la idea de que la enfermedad era la consecuencia directa del pecado, un castigo por pecar. En otras palabras: “si pecas te enfermas”, “si pecas una desgracia vendrá sobre ti”, “si pecas un rayo del cielo te partirá en dos”. Era lo que ellos pensaban.
Pero el ciego había nacido ciego por lo tanto su enfermedad no podía ser resultado de su pecado, entonces la pregunta de los discípulos incluye a los padres del ciego. “Por el pecado de sus padres éste hombre nació ciego”, “Dios castigó el pecado de los padres dándoles un hijo ciego”.
Era muy común entre ellos (como lamentablemente lo sigue siendo entre muchos cristianos hoy) la idea del “Dios Castigador”, pero ¿qué les responde Jesús? (vs.3).
Es cierto que el pecado tiene el poder de enfermar, pero la enfermedad no es siempre el resultado o la consecuencia del pecado, ni del pecado propio ni del pecado de los padres. “Esta enfermedad no es producto del pecado sino un medio para que Dios muestre su gloria”.
Amor, misericordia, gracia, Dios no es castigador, Dios no es violento, Dios no es abusador, Dios no es agresivo, Dios no manda gente a que te maltrate. Dios es el Padre que ama, que acaricia, que cuida, que consuela, que abraza, que perdona, que espera con paciencia, que bendice y sana.
Y Jesús vino para hacer las obras de ese Padre y mostrar su luz (vs.4-5). Puedes confiar totalmente en tu Papá celestial porque él está esperándote para amarte, perdonarte y darte nuevas oportunidades.

¿Qué hace entonces Jesús? (vs.6-7).
¿No podía haber hablado una palabra de sanidad como en tantos otros casos? “Sé sano”, “Ábranse tus ojos”, “Sé libre de tu ceguera”. ¿Para qué hizo todo lo que hizo?

Obvio que podía haber dado la palabra de sanidad y en un instante el ciego hubiera recobrado la vista, pero hizo lo que hizo porque se le dio la gana cambiar. Optó por la creatividad. Es como si dijera: “No estoy atado a fórmulas ni a maneras rígidas de hacer las cosas. Puedo sanarlo de mil maneras diferentes. No hay un método mágico, sólo se necesita fe”.
Es el poder de la creatividad de Jesús. Lo puedes ver en toda la creación, puedes observarlo en la belleza de tu propio cuerpo, Jesús es un creativo de 1º nivel, es un CEO de la creatividad celestial.
No seas tan rígido en lo que le pides al Señor, permítele que te sorprenda, permítele hacer algo diferente.

¿Qué hace el ciego de nacimiento? (vs.7).
¡Hizo exactamente lo que Jesús le dijo y le fue bien!
No seas terco, no te pongas rebelde, haz lo que Jesús te dice que hagas y te irá bien ¡en todo! No significa que no vas a tener problemas, significa que superarás cada problema con el poder de Dios en tu vida. Todo te irá bien y serás prosperado y bendecido en todo lo que emprendas. Escucha a Jesús.
Una sanidad tan espectacular no podía pasar desapercibida. ¿Qué reacciones provocó en la gente? (vs.8-12).

1º INTERROGATORIO DE LOS FARISEOS
¿Y cómo reaccionaron los fariseos ante la sanidad del ciego? (vs.13-17).
¡No se puede creer! No, no, no. En vez de alegrase con el ex ciego de nacimiento, en vez de admirarse por su sanidad, en vez de hacer fiesta por el increíble milagro que había experimentado, se enojaron porque todo había sucedido en el día de reposo y lo acusaron de pecador a Jesús.
Para ellos una ley era más importante que una vida. Eran tan legalistas (lee en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo” Día 26 y “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas” Día 15 el significado del legalismo) que les importaba más el día de reposo (que no fuese violado) que la sanidad de las personas.

No conformes con la respuesta del ciego, ¿qué hicieron? (vs.18-19).
Eran tan incrédulos que les resultaba imposible aceptar la sanidad del ciego.
¿Cómo responden los padres del ciego y por qué? (vs.20-23).
¡Tenían miedo de los fariseos! ¡Miedo de ser expulsados de la sinagoga si decían algo que ellos no aceptaran! En vez de infundir ánimo y confianza en la gente ellos infundían miedo y sentimientos de condenación.

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Juan”

Por Edgardo Tosoni

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