Pasaje Clave: 2º Crónicas 30

Ayer me quedé sin espacio para una reflexión más: ¿Cómo de un rey tan endemoniado como Acaz pudo salir un hijo tan lleno de la presencia de Dios como Ezequías? Piénsalo. No estás destinado ni marcado para repetir la historia de tus padres. En el Señor eres capaz de construir tu propia historia.

TE INVITO A CELEBRAR LA PASCUA

Si no sabes qué es la celebración de la Pascua y cuál es su significado para el pueblo de Israel y aún para nosotros, lee “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo/Levítico. Día 5”.

¿Con quiénes consulta Ezequías para restablecer nuevamente la celebración de la pascua? (vs.2-4)

¡Un rey con capacidad para escuchar al pueblo! ¿Conoces a algún político así? Ezequías no sólo escucha a Dios y se mueve por revelación y obediencia, sino que además tiene la suficiente humildad para escuchar a sus príncipes y al pueblo.

¿Eres padre? ¿Eres líder de algún ministerio? ¿Tienes gente a cargo (niños, adolescentes, jóvenes)? ¿Escuchas sus necesidades? ¿Tienes tiempo para ellos? ¿Les prestas máxima atención cuando te hablan? ¿Tratas de ponerte en su lugar para entender sus planteos? ¿Tratas de entender cómo se sienten? ¿O impones tus propias ideas?

¿De qué manera invitan a todos los habitantes de Israel y de Judá? (vs.1, 5)

Recuerda que no había mail, ni facebook, ni twitter, ni mensajitos de texto, ni nada, solo cartas escritas a mano, ¡y a cabalgar muchachos! ¿Qué decían aquellas cartas? (vs.6-9).

El contenido de estas cartas nos ayudan a conocer aún más el corazón de Ezequías. Él podría haber armado la fiesta solo para su reino Judá y haber excluido totalmente al resto de Israel, sin embargo hay un espíritu de unidad en él. No quiere separar, no quiere dividir. Entiende que Dios bendice la unidad y llama a que todos (Israel y Judá) se unan para celebrar la Pascua: la fiesta que les recuerda cómo fueron liberados por Dios de la opresión, la esclavitud y las miserias de Egipto. Si Dios lo hizo antes, ¡puede hacerlo nuevamente ahora!

Hay rectitud en el corazón de Ezequías. Los desafía a no repetir el modelo negativo de sus padres ni a seguir sus malos ejemplos. A no ser tercos y a buscar a Dios para que les vaya bien (vs.6-8).

Hay misericordia en el corazón de Ezequías. Los anima a volverse a Dios, a buscar nuevamente al Señor, porque Él es bueno y perdonador (vs.9).

Hay esperanza en el corazón de Ezequías. Les habla de cómo Dios puede salvarlos y librarlos de la opresión del enemigo (vs.9).

¡Wwoooowwww! ¡Levántate y aplaude! Por esto y por mucho más dice 2º R.18:5 que “no hubo otro como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después”. ¡Genio total!

Pero, ¿con qué se encuentran en algunas de las ciudades de Israel? (vs.10)

Tranquilo/a. Estos tipos nunca faltan. Están puestos en tu camino para probar tu paciencia y tu capacidad de perdonar. ¡Ignóralos! Y sigue adelante.

¡A CELEBRAR LA GRAN FIESTA DE LIBERACIÓN!

¿Cuántos se reunieron en Jerusalén? (vs.11-13)

¿Y qué hacen antes de comenzar a celebrar la Pascua? (vs.14)

Libres de toda idolatría, ¡comienza la gran celebración! Tu adoración será genuina cuando tu corazón sea total y completamente de Dios. ¿Qué tienes que confesar? ¿A qué tienes que renunciar? ¿A quiénes tienes que perdonar? ¿A quiénes tienes que sacar definitivamente de tu vida? Cuando liberes tu corazón de lo que no es de Dios, él lo llenará con todo lo suyo. Entonces tus ofrendas de adoración, tus ofrendas de dinero, tus ofrendas de tiempo y tus ofrendas de servicio fluirán libremente. Disfrute y gozo serán tus marcas distintivas.

Cuando la celebración ya había comenzado y se estaban ofreciendo los sacrificios delante de Dios, surge una gran dificultad.

¿Cuál es y cómo la enfrenta Ezequías? (vs.17-19)

¿Qué respuesta recibe de Dios? (vs.20)

¡Espectacular! Entiende esto: Dios no se ata a rituales, Dios mira corazones. El ritual no se estaba cumpliendo tal como la ley lo establecía pero Dios pasó por alto el ritual, miró los corazones deseosos de adorarlo, de amarlo, escuchó la oración de Ezequías y sanó al pueblo que aún no se había santificado. ¡No es lo que hagas, es lo que hay en tu corazón lo que a Dios le importa! ¿Lo amas? ¿Lo deseas? ¿Lo necesitas? Sólo eso importa.

Extracto del libro «Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: 2º Crónicas»

Por Edgardo Tosoni

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