Pasaje clave: Lucas 6.

Luego de aclarar un tema sobre el día de reposo (vs.1-5), de sanar a un hombre (vs.6-10), de elegir a sus 12 discípulos (vs.12-16) y de atender a la enorme multitud que lo seguía (vs.17-19), (uufff, este sí era un hombre ocupado), Jesús se dedicó a una de sus tareas favoritas: enseñar las verdades de Dios. Y enseñó muchas.

Muchachos, ¿Ustedes Son Bienaventurados?

Bienaventurado significa “bendito, dichoso, feliz”. Y cuando pensamos en alguien con estas características generalmente nos confundimos porque nos enfocamos en alguna “súper modelo, súper simpática con un súper cuerpo” o en algún futbolista con un contrato “súper millonario” que sale en todas las revistas, en los siempre “sonrientes y ganadores” conductores de T.V., o en algún genio de la música que llena estadios y las hace gritar a ellas… Generalmente tenemos esta idea.

Pero, ¿qué dice Jesús de estos “exitosos”? (vs.24-26).

Aclaremos algo: No está mal tener dinero, ni ser popular, ni lograr cosas espectaculares, pero no es esto lo que te hace exitoso. Para Jesús, los exitosos son otros y él los llama “bienaventurados”. ¿Quiénes son? (vs. 20-23).

¿El pobre? ¿El que tiene hambre? ¿El que llora? ¿El que es rechazado? ¿Jesús se sentía bien?

Espera… no te apresures a sacar conclusiones.

No cualquier pobre, sino los que se sienten pobres adentro y reconocen que necesitan a Dios (aunque tengan sus bolsillos llenos de dinero).

No los que tienen hambre de “comida”, sino los que tienen hambre, desesperación, por comer de la presencia de Dios.

No cualquier llorón, sino aquellos que lloran reconociendo que solos no pueden y que necesitan las fuerzas de Dios.

No cualquier “rechazado”, sino aquellos que por jugársela por Jesús son dejados a un lado.

En la cuenta del banco de los cielos Dios tiene tesoros para todos ellos. Ellos son los exitosos. Y son los más buscados por el Señor.

ME QUIERE MUCHO, POQUITO, NADA…
Jesús ahora habla del amor. No, no te confundas. Amor no es lo que ves en las novelas de la T.V. ni en los programas para adolescentes. Que te quede claro, eso NO ES AMOR.
Mira cómo se expresa el amor desde la perspectiva de Jesús:

  • Trata bien a los que te tienen bronca (vs.27).
  • Bendice a los que te insultan (vs.28).
  • Ora por los que hablan mal de ti (vs.28).
  • Préstale al que te pide (vs.30).
  • Hazle a otros lo que quieres que te hagan a ti (vs.31).
  • No esperes nada de tus enemigos pero si te piden dales y trátalos bien (vs.35).

¿Te queda claro? Entonces empieza a practicarlo.

NENE, TIENES UNA BASURITA EN EL OJO
¿Qué enseña Jesús en los vs.37, 41 y 42?
¿Lo entiendes? Te doy algunas ideas:
¿Criticas los errores de los demás pero “olvidas” tus propios errores?
¿Te sientes superior a los demás pero escondes tus propias debilidades y pecados?
¿Te enojas con aquellos que no hacen las cosas como tú quieres pero “olvidas” hacer las cosas que ellos esperan de ti?
¿Te molestas con aquellos que no te tratan de la manera que tu esperas pero no los tratas a ellos de la manera que esperan de ti?
¿Criticas a las personas por sus malos tratos pero “olvidas” tus propios malos tratos?
¿Juzgas las irresponsabilidades de los demás pero no juzgas tus propias “irresponsabilidades”?
¿Eres blando contigo mismo pero duro con los demás?
¿Acusas y descalificas pero no aceptas que te corrijan a ti?
¡Tienes una gran viga en el ojo y no estás viendo nada de nada!

A esto se refería Jesús. Saca primero la basura (o esa enorme viga) de tu propio corazón y podrás ver correctamente para bendecir a los demás.

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”

Por Edgardo Tosoni

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