Pasaje Clave: Génesis 48

El capítulo 48 nos sorprende con una mala noticia, ¿cuál es? (vs.1)
Jacob tiene 147 años (47:28). Y como él mismo le había dicho a Faraón “pocos y malos han sido los días de los años de mi vida…” (47:9). A pesar de todo, Dios le regaló los últimos 17 años de vida cerca de José, en una tierra de abundancia. Jacob recuperó a su hijo perdido y Dios le dio el regalo de disfrutarlo 17 años más. ¡Así de grande es Dios!
Recuperarás lo que perdiste. En Dios, lo recuperarás. Tal vez no de la manera en que lo piensas o sueñas, tal vez no ahora mismo, pero si te mantienes fiel a Dios, amándolo y creyéndole, Dios restablecerá todo lo que hoy te falta, lo que no tienes, lo que te fue quitado. ¡Confía!

Pero bueno… toda buena historia llega a su fin. Inmediatamente después de recibir la noticia de la enfermedad de Jacob, José corre a visitarlo y lleva a sus dos hijos: Manasés y Efraín.
Lo primero que hace Jacob es recordarle a José el pacto de bendición que Dios había hecho con él. ¿Cuál era esa bendición de Dios? (vs.3-4).
El-Shaddai significa “Dios Todopoderoso”, “Dios Omnipotente”. El que habla es el Todopoderoso Creador de los cielos y de la tierra, el Señor Absoluto de los mundos visibles e invisibles, el Soberano y Gobernador Eterno, el Dueño de todo lo que existe, de todo lo que somos y de todo lo que tenemos.
¡Él es el que te habla! ¡Él es el que te bendice! ¡Él es el que te hace crecer! ¡Él es el que te multiplica! ¡Nada puede salir mal aunque el camino sea difícil! ¿Puedes creerlo?

TUS HIJOS SERÁN MIS HIJOS
¿Qué le dice a José con respecto a sus hijos Manasés y Efraín? (vs.5-6)
Esto es poderoso. Al decirle a José que sus hijos serán suyos, lo que Jacob está haciendo es adoptarlos como propios. ¡Sí, adopta a los nietos como sus propios hijos! Y al hacer esto, establece para los hijos de José el mismo lugar de privilegio, de identidad y de adjudicación de tierras que tenían sus otros hijos. A partir de este momento Manasés y Efraín serán contados entre los 12 líderes de las tribus de Israel. Jacob no le da la bendición del liderazgo a José (él ya era el líder de todo Egipto) sino a sus dos hijos. Entre las 12 tribus de Israel, no hay una “tribu de José” sino una tribu de Efraín y una de Manasés.

¡Adopta hijos espirituales! Pueden ser niños, adolescentes o jóvenes, dependiendo de la edad que tú tengas. ¿Y para qué? Para bendecirlos, para enseñarles a vivir como Dios quiere, para cuidarlos, para darles el amor que no reciben de sus propias familias, para orar por ellos, para que no se sientan más solos, para ayudarlos en algo que necesiten, para que tengan en ti, alguien en quien puedan confiar y a quien puedan recurrir cuando algo les pase.

Y luego, ¿de quién se acuerda Jacob? (vs.7)
¡Todavía amaba a Raquel! Hacía muchos años que ella había muerto (Día 45) pero él aún la amaba y la recordaba con ternura. Ella fue el gran y único amor de su vida. ¿Amas a alguien así?

EL MENOR SERÁ EL MAYOR
Y ahora Jacob bendice a los hijos de José. Manasés es el mayor y Efraín es el menor. Jacob los abraza y los besa y luego los bendice.
¿Con qué palabras bendice a cada uno de sus nietos? (vs.15-16, 19-20)
¡Woooowww! ¡Espectacular! ¡Una tremenda bendición de multiplicación y expansión para ambos! con la garantía de que la bendición de Dios y su protección estaría sobre ellos y sus descendientes para siempre.

Sin embargo, algo le molesta a José, ¿qué es? (vs.14, 17-18)
La mano derecha simbolizaba “la doble bendición” que estaba reservada para el hijo mayor (Manasés), sin embargo Jacob la coloca ¡sobre Efraín! y le concede a él (el menor) esa doble bendición. Proféticamente Jacob le explica la razón a José. ¿Qué le dice de Efraín? (vs.19)

No te guardes bendiciones. Si Dios te bendice, bendice a otros. Si Dios te bendice con inteligencia, capacidades, dones, dinero, sabiduría, ánimo, tiempo, habilidades, trabajo o con cualquier otra cosa, úsala para bendecir a los demás. Bendícelos con aquello con lo que Dios te bendice a ti.
Siembra bendiciones y cosecharás bendiciones. Lo que tienes no es sólo para ti, sino para que por tu medio muchos otros también sean edificados.

ESCUCHARTE ME BENDICE…
…es lo que seguramente estaba pensando José de Jacob.
Y ahora, ¿qué palabras de bendición declara Jacob sobre José? (vs.21-22)
Con esta bendición Jacob le concede a José como herencia el territorio de Siquem en Canaán y le entrega una herencia superior a la de sus hermanos.

Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis Edición Extendida”

Por Edgardo Tosoni

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