Pasaje clave: Mateo 26:36-38.

Jesús fue 100% Dios y 100% hombre. Totalmente Dios y totalmente hombre. Y como hombre, como ser humano, tuvo amigos y necesitó de ellos. A veces tenemos una imagen “limitada” de Jesús. Nos olvidamos que además de ser Dios, también fue humano. Él tenía amigos, incluyendo a muchos que no creían lo que Él creía y que no vivían como Él vivía.

La Biblia dice que los fariseos se quejaban de Jesús y hablaban mal de Él porque solía comer con recaudadores de impuestos, prostitutas y ladrones. Lo que ellos no podían entender era que Jesús estaba interesado en darles una vida nueva a esas personas. Jesús quería impactarlos con su propia vida y guiarlos a la salvación. Pero en el círculo íntimo de Jesús no había pecadores, prostitutas ni ladrones. En su círculo íntimo sólo estaban sus discípulos, y más específicamente: Pedro, Jacobo y Juan.

Aquellos que formen parte de tu círculo íntimo de amistades te frenarán y limitarán en tu desarrollo o te potenciarán a crecer y avanzar.

Si en tu círculo íntimo metés a los “amigos” equivocados (mujeriegos, chismosos, incrédulos, pesimistas, negativos, etc.) toda tu vida se estancará porque sus palabras y comentarios matarán todos tus sueños. Pero si en tu círculo íntimo metés amigos de fe, positivos, sanos, fuertes en sus convicciones y valores, con ganas de crecer y avanzar, toda tu vida también crecerá y avanzará.

El rey David fue un valiente y se rodeó de 37 valientes como él. Y todos lograron hazañas increíbles.

Daniel fue un joven espiritual, con valores sanos, y se asoció a Ananías, Misael y Azarías, que tenían sus mismos valores y su mismo potencial espiritual, ¡y los cuatro llegaron a lo más alto en los gobiernos babílonico y medo y persa!

Pablo metió en su círculo íntimo a Bernabé, Silas, Juan y Timoteo, todos con un fuerte llamado evangelístico, pastoral y de misiones. ¡Y llenaron la tierra con el evangelio!

El error que cometemos frecuentemente, al estar con amigos no cristianos, es dejarnos arrastrar por su forma de hablar y de vivir, para no sentirnos unos “raros”. Pero esto no le sucedía a Jesús. Él no se dejaba arrastrar ni influenciar negativamente.

Es importante que elijas bien a tus amigos. No puedes tener amistades íntimas con quienes están rebelándose contra Dios. Puedes compartir con ellos, como lo hacía Jesús, pero no intimar ni abrirles tu corazón. Cuando Jesús necesitó de sus amigos en momentos de dolor y angustia, no buscó a las prostitutas y los recaudadores de impuestos, buscó a sus discípulos. Buscó a quienes tenían su misma fe y a ellos les abrió su corazón, y les compartió cómo se sentía.

Sé firme en tus convicciones cuando estés con amigos que no conocen a Dios porque la influencia de ellos es más fuerte de lo que tú piensas. Si les abres tu corazón te atarás a ellos.

Elige inteligentemente a tus amigos y te evitarás muchos problemas.

Piénsalo.

Piensa en quienes forman parte de tu grupo de amigos y analiza cómo influyen en tu vida. Pídele sabiduría a Dios para escoger bien a los amigos que formarán parte de tu círculo íntimo.

Por Edgardo Tosoni 

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