Pasaje Clave: Lucas 20.
CUESTIONADORES DE LA AUTORIDAD
Jesús está en el templo, ¿haciendo qué? (vs.1).
Sacerdotes, fariseos y ancianos (los líderes religiosos del pueblo) cuestionan la autoridad de Jesús. “¿Quién te dio autoridad para hacer esto?” (vs.2).
En otras palabras: “¿Quién te piensas que eres para venir al templo a enseñar y predicar? ¿Quién te dio la autoridad para hacerlo?”
¿Qué hace Jesús? ¿Cómo reacciona? (vs.3-8).
¿Prestaste atención? No se enoja (aunque supongo que no le habrá gustado para nada el cuestionamiento de los líderes religiosos), no pide perdón y se va, no se deprime por lo que le dijeron, no les grita, no los agarra a las trompadas, no los maldice, no los manda al infierno. ¡No hace nada de eso!
Ok. Algunos de nosotros tal vez haríamos algunas de estas cosas, pero Jesús no. Él reacciona de una manera diferente: los confronta.
Jesús los enfrenta con una pregunta que los acorrala y los deja atrapados sin salida. Y como ellos no pueden responder, Jesús tampoco les da explicaciones de por qué hace lo que hace.
Jesús estaba en el lugar que tenía que estar, haciendo lo que tenía que hacer: la voluntad de su Padre Celestial. No estaba en el templo jugando con el celular, ni pensando con qué chica le gustaría salir.
No estaba apurado para que la reunión termine, ni se estaba quejando de la “aburrida” predicación. No estaba en el fondo hablando en voz baja con sus amigos y haciendo bromas.
No iba y venía cada rato al baño con las chicas de danza, ni estaba comiéndose un choripán en la puerta de entrada. Él estaba haciendo lo que Dios quería que hiciera y no permitió que nadie lo molestara ni cuestionara.
Si en tu iglesia o en tu ministerio juvenil, estás haciendo lo que Dios quiere que hagas, entonces no te preocupes por los que te cuestionan, ni por los que te critican (aunque a nadie le gusta ser cuestionado ni criticado), no luches contra ellos, no pierdas el tiempo tratando de demostrarles nada. No te amargues ni te llenes de rencor, porque perderás el propósito para el cual Dios te llamó. Ríndeles cuentas solamente a tus autoridades (padres, pastores y líderes), a nadie más. Porque si estás haciendo lo que Dios quiere que hagas, los que hoy te cuestionan y critican, mañana te reconocerán. Pero si nunca te reconocen, Dios es el que recompensa, y él te promoverá a niveles superiores. Estarás por encima de ellos en el reino de Dios haciendo la obra de Dios, respaldado y sostenido por Dios mismo.
LABRADORES ASESINOS
Un hombre le alquiló su viñedo a unos labradores y se fue de viaje. ¿Qué hicieron los labradores con cada uno de los siervos que el dueño envió? (vs.10-12).
¿Qué decide hacer el dueño entonces? (vs.13).
¿Cómo reaccionan los labradores con el hijo del dueño? (vs.14-15).
Finalmente ¿qué hace el dueño con los asesinos? (vs.16).
Vuelve a leer la parábola reemplazando ahora a sus protagonistas:
Al dueño de la viña reemplázalo por Dios.
A los siervos enviados reemplázalos por los profetas de Dios.
Al hijo del dueño reemplázalo por el Señor Jesús.
Y a los labradores asesinos reemplázalos por los líderes religiosos, sacerdotes, escribas y fariseos (vs.19).
¿Entiendes lo que quiso decir Jesús con esta parábola?
¿DAR O NO DAR? ESA ES LA CUESTIÓN 2
Cada día era mayor el odio que los sacerdotes y escribas sentían contra Jesús. ¿Qué intentan hacer ahora? (vs.20-22).
¿Cae Jesús en su trampa? ¿Por qué? (vs.23).
¿Con qué respuesta les tapa la boca? (vs.24-26).
Jesús enseña que a cada persona y cosa le tenemos que dar su lugar y su tiempo. Tienes que tener un tiempo para Dios y las cosas espirituales, y tienes que tener un tiempo para todo lo demás (estudiar, trabajar, servir, hacer deporte, etc.). Un tiempo para amar a Dios, orar, adorarlo, y un tiempo para todo lo demás que desees hacer. Piénsalo.
Lee más sobre este tema en “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Marcos” Día 22.
Extracto del libro “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Lucas”
Por Edgardo Tosoni
