Que un matrimonio llegue a ser exitoso depende en gran medida de cómo sea el noviazgo. Cuando las “raíces” del noviazgo (comunicación, amor, vida espiritual) son buenas y firmes, el matrimonio también lo será, pero si el noviazgo se basa en razones o motivaciones superficiales el matrimonio será un total fracaso, suponiendo que lleguen a casarse. Por lo tanto es importante saber para qué ponerse de novio. Veamos algunas razones equivocadas.

A. Por Atracción Física.

Es “enamorarse” de lo que se ve, del cuerpo o de la elegancia del otro: “¡Qué lomo!”, “¡Qué cola!”, “¡Qué ojos!”, “¡Que piernas!”, etc. La atracción física es importante, el problema es cuando la relación se basa únicamente en lo físico.

B. Para Huir de la Casa y de los Problemas.

Cuando huyen, tarde o temprano, tienen relaciones y ella queda embarazada. Tratando de  escapar de un gran problema (el de sus propias casas) se meten en otro. Ante la realidad del embarazo adolescente, algunas iglesias los obligan (“aconsejan-presionan”) para que se casen. Esto es un gran error porque les agregan un problema más a los que ya tienen: casarse sin amor. Generalmente antes de los dos años de casados terminarán separándose o siendo infieles.

¿Qué podemos hacer ante esta situación?

Mi consejo pastoral es: Si ella es adolescente y quedó embarazada, que NO se casen, pero que cada uno cumpla con sus obligaciones de padres. Si ella no es una adolescente, pero él es un vago e irresponsable, que NO se case, porque la carga para ella será doble: el hijo y el marido vago.

No casarse y ayudarla con su bebé, traerá menos dolor a todos, incluyendo al bebé, y permitirá que en el futuro cada uno pueda rehacer su propia vida casándose con alguien a quien realmente amen, o que adquieran la madurez necesaria para vivir juntos en amor y entonces sí casarse.

El pastor Bernardo Stamateas suma 3 razones más:

C. Por Miedo a la Soltería.

Si después de los 20 años “no pasó nada”, empiezan a ser mirados con preocupación, como que se les está pasando la vida y serán, lamentablemente, víctimas de la soltería para siempre. El peligro de dejarse presionar es terminar con alguien a quien no se ama. Es bastante común oír: “No estoy enamorada, pero es muy bueno conmigo, es creyente y responsable”. “Es buena y tenemos el mismo llamado y ministerio”.

Pero estas relaciones terminan fracasando porque nunca hubo amor.

4. Por Deseo de Dominar.

Son parejas violentas. Los chicos se muestran cariñosos, pero poco a poco comienzan a criticar a su novia, a compararla con otras, o a descalificarla.

Son parejas celosas. Se sienten inseguros de lo que sienten y celan al otro permanentemente. “¡Adónde fuiste!”, “¡Qué hablabas con él!”, “¿Por qué la mirabas tanto?”, etc.

Se enojan fácilmente y adoptan actitudes indiferentes y rígidas, “exigiéndole” al otro que le reconozcan y le demuestren cuánto lo aman. Las descalificaciones y la violencia verbal cambian a violencia física. Si el otro no reacciona como ellos quieren los amenazan con romper el noviazgo, los manipulan (depresiones, abandono, llanto exagerado, etc.) o los amenazan: “Vos sos mía y de nadie más”, “Si me dejás me mato”, “Si me dejás te mato”, etc.

Ella terminará haciendo todo lo que él quiere para sentirse querida o valorizada, porque de lo contrario él la tratará violentamente o indiferentemente.

5. Por Atracción Narcisista.

El narcisista es la persona que se cree el centro del mundo. Es aquel que siente que todos tienen que estar detrás de él. Sus palabras preferidas son “Yo, yo, y sólo yo”. Su lema es: “Te amo porque vos amas a quien yo amo (o sea, a mí mismo)”. Le gusta salir con chicas no porque las ame o esté enamorado de ellas (porque solo se ama a sí mismo) sino para “mostrarlas”. Ellas son sus “trofeos” que exhibe frente a sus amigos. Le encanta que otros se mueran de envidia diciendo: “Mirá, qué suerte que tiene este”.

Estos narcisistas no se pueden enamorar de nadie, aunque salgan con alguien, porque ya están enamorados de sí mismos. Tienen que aprender a “morir” a su egoísmo para poder aprender a formar una buena pareja, de lo contrario todas sus relaciones fracasarán, porque nadie llega a su “perfección”.

Estas cinco razones equivocadas para ponerse de novios generarán matrimonios con serios conflictos. Por eso es importante explicarle a los adolescentes la importancia de esperar, de conocer a las personas y de no dejarse arrastrar ni por la presión de quienes lo rodean, ni por sus propios impulsos emocionales.

Por Edgardo Tosoni

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí